15 minutos de una operación tardía que van a salir más caros que un riñon de oro, con un valor de no menos 1.200 millones de euros

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Otra pifiada más de unos políticos que no saben discernir entre lo que vale un peine cuando se tienen pocos pelos que contar, máxime cuando no lo van a pagar ellos.. también por decreto y una falta de responsabilidad que ya empieza a pedir sacarlos a “gorrazos” de sus seguras madrigueras, esas con “mossos” en las entradas y banderas socorridas que les permiten atentar contra una ciudadanía que de los mismos prisionera está.

¿ Una vez que las empresas que una vez obtuvieron licencias para operar en justa y equilibrada competencia con el taxi de Barcelona, tal es el caso de Uber y Cabify, abandonen por decreto de la Generalitat de Catalunya el sector de este tipo de servicios de vehículos de transporte con conductor (VTC) que sucederá ?

¿ Creen quienes han provocado esta deserción obligada que las pérdidas millonarias no van a ser impugnadas, solicitando de la administración autonómica las compensaciones económicas ajustadas a la Ley del libre Comercio y la Competencia ?

¿ Y serán los responsables políticos que han apoyado la medida “arbitraria” los que se hagan cargo de su craso error, que ha contentado al colectivo del taxi, vehículo elegido por obligación, en perjuicio de la libertad de consumidor de elegir empresa, servicio de transporte y conductor, y abonen de sus bolsillos la muy probable reclamación dineraria que se aproximará a los más de 1.200 millones de euros, además de las costas que supondrá un breve proceso que se alargará para demostrar que el tiempo dejará de sonrojar a una serie de impresentables, que saben bien serán los ciudadanos los que paguen con sus impuestos esas prácticas tan habituales en la geografía española de cargar al tonto la pena, toda vez que le vacía el bolsillo para hacerle andar más y contribuir al erario público ?.

No se sabe bien en que país vivimos cuando se permiten estás veleidades administrativas y se consiente que alcaldes/as, presidentes autonómicos y asesores de tierna infancia por su falta de conocimiento, recorrido profesional y falta de ética, se pasen por el forro de sus “cataplines” (entiéndase cojones o partes pudendas) y hagan firme el dicho de una entredicha sentencia : dónde dije Digo ahora digo Diego, haciendo perder con toda seguridad un pleito y una suma importante que bien podría ir dirigida para ayudas sociales, y no para ningunear con minutas desorbitadas y el resarcir escandalosamente una resolución que a buen seguro requerirá de un préstamo extraordinario que los catalanes deberán garantizar con un aumento impositivo que mermará su renta.

Además de la querella de las empresas afectadas que solicitarán fuertes indemnizaciones por daños y perjuicios mercantiles, existen otras consecuencias laborales que éstos ineptos de la “arbitrariedad” mal ajustada a Derecho, al parecer no han tenido en cuenta :

El despido de más de 2.000 trabajadores, que seguro van al paro, vehículos con consumos y mantenimiento focalizado en Catalunya que se repartirán por el resto de otras zonas menos violentas, el desmontaje y cierre físico de oficinas para desarrollar la actividad y la falta de seguridad jurídica, incluso para el autónomo que se le ocurra montar una “churrería” móvil con motor eléctrico para su desplazamiento y un generador insonoro de alcohol de romero para evitar malos olores, y no sepa si a los dos días le van a levantar el chiringuito por decisión unilateral.

¡Ya está bien de tanto ruido ocasionado por los anormales y políticos resabiados que creen tener el poder de manipular el mundo, perjudicando el libre albedrío y el sentido práctico de un comercio que exige más coherencia y menos letra pequeña para proteger sus puestos y enchufes a dedo, porque por méritos propios seguro que no será !.

Y esos quince minutos absurdos de un tiempo de espera previo al servicio VTC que no han sido suficientes para negociar otra salida más decorosa y que han llevado a la retirada, al enquiste del problema de los disfrazados de negro y amarillo con los supuestamente elegantes y educados, son los que se deberían dar a los causantes de este conflicto para recoger sus pertenencias privadas y salir echando humo, eso sí puro y lentamente, de sus despachos para ver y comprobar en sus carnes el mundo real y el daño moral y crematístico, que han causado a partir de su ignorancia en connivencia con quienes miran hacia otro lado y tienen su propio chófer oficial, que les lleva sin costo alguno a cualquier lugar.

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