
.. ¿ lo convertimos entre todos, disparatada y neciamente en el “Auschwitz” del Caribe ?

” Si te vas de mi jardín no bebas de sus aguas, ni te bañes en sus ríos, ríos de agua mezclada con sangre. Sangre, manchas de sangre. Lágrimas, gotas de lágrimas. Sangre mezclada con lágrimas, lágrimas mezcladas con sangre”. Extracto de un poema de Gahston Saint-Felur
¿ Cómo llamar la atención para evitar los gritos del silencio, de un dolor cruel y esos quejidos teñidos de la desesperación ?.

Lo irónico es sinónimo de paradógico, que ustedes servidores, atribulados y siempre ocupados tribunos, procéderes gestores y compromisarios de sus estados en los que además reina mucho más la calma socio – económica y el bienestar, que sin ninguna duda lo son con demostrada preocupación, tal lo hace Dª María Margarita Robles Fernández, ministra de defensa de España, puesto complicado y dedicado, otorgado por su alabado presidente del gobierno al que no vamos a mencionar, pues si lo es, ha sido gracias a pactar con el eje comunista del mal, esos a los que se les permite licencia y presupuestos absurdos, que deberían ser repudiados porque únicamente ayudan a desprestigiar a una España considerada democrática hasta la médula empecinada y plural, en tanto tampoco se recomiendan a quienes apuestan a los juegos de azar con premio a la inútilidad, ser sufragados de sus bolsillos por esos ludópatas cretinos de la política, revanchista, a los que poco pábulo hay que dar, y menos con la carga impositiva que se aplica cada día más.

Dicho lo anterior, seguir con el mandatario de Francia Emmanuel Jean-Michel Frédéric Macron, que entre todos todavía no han descubierto que casi a la misma distancia de Kabul, capital de Afganistán con Madrid hay 6.280 Km. también existe otro país con otro derrame de intencionalidad cicatera, perversa y dramática de una mafia instaurada en el corazón de la nación, que pide a gritos el pueblo ultrajado una solución a su problema de abandono internacional, con violencia y desnutrición incluida, que puede contraer una verdadera convulsión social y que sufre, sin duda, una verdadera cicatriz cerebral que empieza a oler a putrefacción pudiendo perjudicar al único país que realmente le ayuda con cariño y una muestra de humildad, respeto y solidaridad, refiriéndonos a la República Dominicana.

Sra. Robles, Señor Macron, intercedan, intervengan, hagan de tripas corazón, de verdad merece la pena el esfuerzo alejando la rendición.
De Madrid a Puerto Principe, hay 6.886 km de distancia, y de París a la capital de Haití 7.359 kilómetros, en números atmosféricos de lo que realmente representa un vuelo comercial.. o de rescate militar, casi la misma que la anotada en toda esa heroicidad que han demostrado a todas horas para rescatar a colaboradores de lo inútil que quisieron administrar, que después de una derrota vergonzante de los USAdos de Norteamérica y de la ONU, la OTAN, la Unión Europea, la Nato, la OEA y la otra o lo que sea, en donde todo ha fracasado ante una avalancha guerrera opositora de viejos insurrectos cabecillas y sus proles “talibanes”, desde el primer momento que quisieron demostrar lo que hoy se considera una perplejidad, con el resultado poco claro de una retirada masiva pertrechada por intereses espúreos armamentísticos, en el que ha supuesto abandonar personas colaboradoras a traición, y con mucha discreción a una democracia de sencillas palabras que poco o nada entienden los autóctonos, que siempre sería una utopía, una contradicción en un estado islámico envalentonado, que en ningún caso entiende nada de lo que a fuerza de balas, explosiones y telefonía Iphone les pudiesen dar.

Señores y Señoras, tan inquietos y preocupadas del desarrollo igualitario de la humanidad, déjense de celebraciones y más brindis con vino espumoso, cava o champagne, y asuman su responsabilidad para lidiar con otro problema que tiene una solución más simple y beneficiosa para el área caribeña, impidiendo un nuevo conflicto no bélico, pero si peligroso al estilo mau-mau, que desgraciadamente el caso pudiera aparecer agravado sorpresivamente y dirimirse sin palabras, entre lágrimas y sangre, por no apagar previamente y dejar con la desidia “negligente” encender un fósforo a destiempo, que únicamente servirá para reventar una valla, una barrera, una frontera que jamás dificultaría el sentido de la honestidad de quienes la mayoría dominicana entienden a sus vecinos, como hermanos más prietos y con otro carácter más entrañado a una esclavitud feudal, que cuando lo sacan para defenderse es a golpe de machete, con ojos circunspectos de una ira africana y tribal.

Juego hipócrita.. y deprimente
Jean-Ronald Joseph, politólogo de la Universidad Quisqueya de Puerto Príncipe, afirma rotundamente que la comunidad internacional está jugando un juego hipócrita en Haití. Predica la democracia y el desarrollo, pero utiliza su dinero para apoyar y financiar a una élite corrupta que traiciona estos objetivos. Sus razones son coincidentes sobre los enormes recursos de Haití que son explotados por companías extractoras de una riqueza valiosa, que no comparten con sus verdaderos propietarios, ni tan siquiera como una paupérrima limosna.

Nos explicaremos de forma breve y concisa, Haití está en manos de un grupo de familias muy bien afincadas y artilladas, protegidas en fortines que todo lo pueden, con policía comprada, además de corruptos políticos, con crímenes incluidos en el triste papel de no dejar testigos, como lo ha sido el magnicio del que fue su presidente Jovenel Moïse, sin olvidar los muchos accidentes casuales de aquellas organizaciones que no pasan por su control y el asestar impunemente golpes en la espalda de “informantes” cuando averiguan más de lo que no se debe saber, a lo que hay que añadir un ejército de bandidos muy numerosos, jóvenes muy bien armados y por precaución cautelar de sus “amos”, no con mucha munición disponible pero si la suficiente, dominando un país de 27.750 km2 y 11.300.000 habitantes, 2.300.000 refugiados en Dominicana, mientras que los gerifaltes del mundo pretendían ayer y desde hace años, establecer un cordón sanitario contra el terrorismo libre de lo universal en la teoría, de 652.860 km2 y 38.000.000 de patriotas diseminados en tribus que nunca pudieron ser dominadas por enarbolar una bandera siempre izada por los incorruptibles muyahidines en un Afganistán que jamás nadie conquistó, ni la santa madre que lo parió, empezando por la intromisión pakistaní, ingleses, soviéticos y “rambos” de tres al cuarto, además de las tropas europeas más vendidas que un lagarto en una autopista de hielo, en donde muchos cayeron para ser enterrados, como los más de 100 españoles y 4.000 millones invertidos para nada.

Vamos a proponer desde esta humilde opinión la solución de un Haití que todavía no ha caído en la vulgaridad moral “afrodisíaca” de autoinmolarse por vengar a su morena cualidad, de ser paciente pobre y el más misero de la corteza del Caribe y Sudamérica, hasta que las neuronas y ese cromosoma derivado en la violencia como recurso extremo hoy aletargado le quiebre la cabeza en algún instante, que podría reactivarse si no encuentra remedio a su problema de trabajo ergo hambre, lo que hace que sugiramos que se entre sin dilación por parte de Naciones Unidas, que no la OEA del fracaso, o bien con “contratistas especializados” jardineros adiestrados en limpiar de mala hiberba el jardín, y de una vez hacerlo a sangre y fuego en un Haití desesperado para que sea la última que se pueda verter.

Un Haití ocupado por facinerosos a los que eliminar sin contemplaciones y la hipocresía de leerles unos derechos de reintegración al orden, tratándoles como adversarios que portan armas de guerra y especialmente a aquellos que se las suministran detrás de un escritorio monopolista y cruel, al objeto de confinarles a reclusión mayor por perpetuar la lesa humanidad, o en su defecto ofrecerles su propia medicina, para que sepan que el horror no es un patrimonio exclusivo de esos “otros” terroristas a los que la “guillotina” les podría pacientemente esperar.

Se están cometiendo atrocidades en un Haití de yermo escenario y mirar de perfíl a otro lado es un villanía. De lo contrario y no vendar la herida y dejar todo en la palangana de aguas sangrientas y borrajas de arrepentimiento sucio y espasmódico, pronto vamos a tener que lamentarnos todos de no haber extinguido un conato de la rebelión que nunca hubo en la granja, pero que ya huele a estiércol y provocación, soplando vientos que pueden arruinar una voluntad de diálogo, la misma que establecen y con escasas repercusiones mediáticas un eco de un lamento que no es fácil se interrumpa, pues al parecer no conviene por ahora que suenen las trompetas de la salvación, las que urgen que aparezcan con mucha racionalidad y entereza y ese sonido inconfundible de un rescate a tiempo.

Marc Aurel Bonné-Anné (Presidente de la Liga Haitiana Internacional), Máximo Junel (Pastor religioso que persevera en una solución pacífica a través de la conciliación federativa) y Juan H. Belz ( Delegado Gral. del Comité de la Liga Haitiana Internacional ) más otros muchos adheridos a una causa común, que abogan organizados en cédulas por permanecer en el anonimato para responder a la llamada de ser necesaria, la misma que hará que arda una nueva Troya si alguien osa perjudicar y trastocar la armonía, que no la problemática interna entre Haití y la República Dominicana, pues palmeras más altas han caído, y todo se sabe cuando alguien aprieta el gatillo de la desavenencia, por la pura simpleza de la ignorancia y una soterrada idea de ocupar el trono o cualquier parcela del poder.

Aland Cadet, destacado instructor que trasmite sapiencia, filósofo y acreditado activista cultural integrado plenamente en la Fundación Zile, Jeunes Conscients, Fundación América Cristoforo Colombo-Amerigo Vespucci, lejos de enrocarse en el problema social latente que genera la fragilidad económica de Haití y de quienes por millones no tienen absolutamente nada, salvo su precaria, desconocida y humillada “ruina”, aspirando a algo mejor de lo que conlleva el capítulo diario de un sustento inaplazable, por ser en realidad una consecuencia de una carencia educacional y la ausencia de oportunidades laborales, hundidas desde un principio en la precariedad de los sistemas de gobierno, ha padecido y lo sigue admitiendo una anomalía que se vincula generacionalmente, siempre a través de los crudos intentos de normalización y una libertad democrática, lo que ha supuesto en el fondo del cisma o anatema, el desconocimiento de cómo reaccionar y transformar un eje que forme una dinámica generadora de fuerza y voluntad para paliar su pobreza, precisamente la que daría salida de una crisis personal, coyuntural y eminentemente arrinconada a la persistencia de no asumir un fracaso que puede revertirse en sus necesidades más perentorias y otras aspiraciones.

Culpables los hay, pues les recordamos a los adalides de la victoria humanitaria que es justo ir a por ellos, los malos que los hay, que no se esconden y presumen de cortar cabezas y otros miembros, dirigiendo nuestras plegarias a la Sra. Margarita Robles, señor Macron, especialmente para hacerles llegar que el agua se tiñe de rojo con un inagotable caudal, para que estudien y perciban la demanda a una imperiosa necesidad, a la decisión de inmediata injerencia e imprescindible prestación de auxilio, de la misma forma que se envían medicinas y alimentos que siempre serán escasos.. toda vez que requisados por los señores de la “guerra, el expolio y el secuestro en contra siempre de la voluntad interna“, sometiendo la autorización a la persuasiva e inteligente decisión del señor Luis Abinader, Presidente de la República Dominicana, benefactor comprometido de que haya en todo momento paz férrea en el área, a los que por intereses evidentes de conciencia y honor, además de los que impone la historia y la proximidad contenida en el idioma “creole”, a ustedes tres, reflejados en la foto, piensen sin demora lo que hay que hacer y para que la cuarta imagen de esa mujer con el niño en sus brazos tenga un “chin” de esperanza, volviendo a recordarles con insistencia y sin acritud que de no hacer nada al respecto, no habrá tampoco extremaunción y sin más remisión escribirles nuevamente más misivas, incluyendo más esquelas en negro sobre rojo.

A ustedes influyentes y mandatarios con voz y voto, les corresponde tomar una decisión sobre un dilema que pide una rápida intervención, pues sería un pecado que no lo hiciesen cuando las trompetas están llamando y no precisamente a retreta, pues cada día que transcurre algo más pasa y no es fruto de la farsa, aunque no les llegue la noticia o consideren que de ahí, en esa tierra haitiana solo se saca mucho oro y otros ricos minerales, además del solicitado grafeno, que está en otras inaccesibles manos a las que al parecer no hay que molestar ni perjudicar.

Finalmente un último punto a considerar sin transgredir el derecho de cualquier país a preservar sus condiciones de acogida. A República Dominicana llegan muchos expatriados de Venezuela, Colombia y otros países del continente, a los que prontamente se les ofrece refugio y los llamados “papeles” de residencia, mientras que a los hijos de haitianos nacidos en esta amplía parte de la isla La Hispaniola, no se les reconoce ni por asomo, por considerar que la constitución podría, erroneamente, vulnerarse, tanto en las dos repúblicas aludidas que supieron acordar sabiamente trámites imposibles, convenidos por acuerdos “intramuros” extraños y dictatoriales, lo que permite deportaciones en masa de quienes han sido útiles en las obras de la construcción de 12 horas diarias y otros menesteres ganaderos y agrícolas, que ahora son prescindibles por una economía escasa, que perjudica a todos por igual, pero al haitiano lo “botan”, lo marginan y le conducen al más puro de los ostracismos, omitiendo ambos gobiernos la sensibilidad de corregir lo que no puede significar un delito, la SUPERVIVENCIA en mayúsculas, pudiendo estudiar ustedes y entre todos los que hagan falta para su sostenimiento, la instalación provisional de campos de desplazados obligados y refugiados en la frontera, que no lleguen a convertirse jamás en los de concentración de los desafortunados, evitando ser reconocido como el Auschwitz del Caribe, mientras es obligación de todo ser humano que así se aprecie, buscar otras soluciones inmediatas cuanto antes, como las que en este resumen las hemos expuesto, esperando no incomodar a nadie pero si levantando el dedo índice por llamar la atención, pues ha llegado el turno de hacer algo que no puede quedarse rezagado para el “ahorita” de siempre.
Hoy 30 de agosto de 2021, la prensa dominicana informa que las fuerzas armadas fronterizas se congratulan de un promedio de “repatriación” de 487 expulsiones diarias de personas a un Haití derrotado de muchas formas, y en el cumplimiento de órdenes precisas, lo que debe considerarse una devolución en caliente, cuando lo cierto es que debería entenderse como la respuesta concluyente de una decisión vergonzante y muy fría.
Juan H. Belz – assideremaxime@gmail.com

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