
Desde aquí denunciamos la pasividad de determinadas autoridades en una isla caribeña que no intercede ni facilita por parte de terceros la colaboración social, al mismo tiempo anunciamos alternativas que nos mantengan en un movimiento “transgresor”, por seguir respirando el orgullo personal por la necesidad de ayudar.
Les vamos a comentar un caso que corrobora la impresión de que no andamos caminando ni volando con firmeza y confianza por este mundo de aparente solidaridad y mucho menos con la coherencia de hacerlo al unísono que se cobija en la sensibilidad, por entender que aquellos que no quieren escuchar, ni les importan los proyectos de ayuda a su comunidad, promovidos con cariño y con mucho sentido común y de forma real, se contradicen ellos mismos con un ejemplo confuso y sin explicación alguna que lo pueda mantener, por lo que algunos hemos decidido seguir y apostar, empezando por seguir facilitando a cuantos podamos algunas necesidades básicas que la vida exige, en donde incluso el pollo con arroz, los frijoles, las habichuelas, además de otros platos de la excelente gastronomía no llegan a todos los hogares, y en el que el plátano se ha convertido en sustitutivo del pan en los lugares más modestos a los que nos es difícil predecir si mañana les llegará, aunque el hoy por tí mañana por mí con un triste guineo siga siendo una muestra de vecindad.
Pensamos en un principio, y por las impresiones gubernamentales recogidas, que todo serían facilidades por parte de los que deciden con autoridad, supuestamente para abrir y tender puentes de colaboración que pudiesen interpretar los mismos sentimientos, que a nosotros nos han inducido a materializar. Y no ha sido así.
Hemos seguido el cauce correcto y reglamentario, los pasos indicados que dejasen huella a la petición y que por los resultados y la sorpresa del aviso recibido, desgraciadamente al parecer todo se circunscribe a un error, o a un estímulo negativo para impedir que los obstáculos con los que nos encontramos, sean todavía más impenetrables de lo que pensamos, cuando quisimos extender unos lazos de socorro en El Hoyo de Friusa (Punta Cana-Bávaro) Rep. Dominicana.
En todo este miserable proceso de desencuentros, solicitar permisos y entendimiento de lo que debe considerarse como una labor social, no hemos tenido en cuenta que andamos descalzos y escasos de influencias y no disponemos de alas que nos protejan de los muchos inconvenientes que nos acechan, cuando para recabar atención por el esfuerzo que hacemos, con todo lo que podamos desde diversos puntos de Europa, se ponen trabas a cualquier tipo de gestión que requiera de un último tenedor en el punto de destino, aplicando tasas e impuestos que nos sonrojan cuando alcanzan el 30% del contenido, siempre a valorar in situ. Algo inaudito, inapropiado y vergonzante al recibir como respuesta para conseguir una solución, se nos recomienda manifestar nuestras intenciones, diciéndonos y no por escrito oficioso que únicamente debemos utilizar el cauce de la Cruz Roja dominicana, institución de la que nos fíamos menos que un escorpión en un tarro de mermelada, ya que han dado supuestas muestras no contrastadas, de un hipótetico descrédito al crear una reconversión de valores de subvenciones, que se han esfumado y transformado en prendas para vestir y paralelamente vender en determinados comercios fuera del ámbito de la infuencia de las dos principales ciudades dominicanas : Santo Domingo y Santiago de los Caballeros.
Por todo lo cuál los recursos de llevar agua potable, leche para los niños asediados por la sed y las ratas en un lugar insalubre e inseguro, vestido, algo de farmacia residual que los turistas suelen dejar y la escasa alimentación que se consigue, procedente de algunos establecimientos, pocos, que no han sucumbido a la orden de un cierto triumvirato de facto (españoles dueños de grandes supermercados de la zona, síndicos comarcales y policia turística), quizás una esquirla dictatorial y peligrosa, a la que podríamos restarle negocio, y quizás muy mal informada de las ordenanzas o sugerencias de actitud del renombrado Grupo Punta Cana que nunca se ha opuesto a lo contrario de lo que defendemos. Así pues, van a seguir recibiendo dominicanos y haitianos, especialmente mujeres y niños, toda la ayuda que podamos y seamos capaces de reunir y suministrar con un carácter de relativa perioricidad, esperando no recibir la apatía que producen los problemas y los sustos que suelen originarse en otra dimensión.
Hemos creado una plataforma que dispondrá de un vehículo tipo camioneta para llevar enseres, perecederos y domésticos, retirando basuras después de las entregas y un día sin especificar de momento a la semana, volvemos a repetir, a las familias más necesitadas de El Hoyo de Friusa.
Muchas colaboradores que nos han demostrado su incondicional respaldo y asistencia personal, reduciendo parte de su tiempo de vacaciones en Punta Cana y otras lindezas, o en algunos casos en ampliarlo, que a la vez de ejercer una prestación de alguna manera que no sea en su condición económica o en metálico, sino nada más que en productos de consumo elemental, persistiendo los más cualificados en atender con su favor algunas reparaciones de importancia en un entorno menos apropiado, incluso hostil, pero si imprescindible a no renunciar hacer lo que sea necesario para lograr un propósito no ligado a institución alguna o ONG..
También se desea resaltar la inauguración el próximo mes de Junio de un centro de artes marciales mixtas (MMA) en El Ejecutivo, un enclave muy cercano que está entre Friusa y el célebre residencial El Cocotal, por su parte Norte.
Quienes puedan estar interesados en colaborar con una ayuda social que no podrá ser en metálico e in situ, personalmente o a través de terceros que viajen a Rep. Dominicana, conocer Bávaro, Punta Cana y algunos enclaves importantes de la provincia de Altagracia en motocicleta trial, o realizar cursos de aprendizaje de defensa personal, así como de perfeccionamiento en artes marciales en cualquier grado o cinturón, les proponemos el centro de orientación Código Bushido.
Si les interesa nuestro código de comportamiento, es una forma de conocernos y quizás entendernos.
Nuestro Bushido, probablemente el suyo sin usted saberlo.
Se dice que todos los violentos somos a la vez sensibles y humanos, cuando decidimos perdonarnos a nosotros mismos.
No tenemos escrúpulos pero no mentimos, y respetamos a quiénes de frente nos desafían o deciden jugar su suerte con nosotros.
Podemos llorar aunque no seamos capaces de derramar una lágrima, y si lo hacemos pensaremos que esta pasando demasiado rápido el tiempo, y nos estamos haciendo viejos o demasiado tarde para aprender a cerrar los ojos.
Tenemos valor para afrontar lo que se nos venga encima, pero nada de paciencia para resolver problemas, que aunque nunca nos superarán, serán nuestras afiladas garras las que nos sujeten para dar tiempo al tiempo y averiguar el camino recorrido, en el que aprenderemos a dejar señales de orientación clara en el mismo.
Somos incapaces de hacer daño por naturaleza y un desconocido puro egoísmo, y cuando la causa es justa y necesaria, nos podemos permitir ser generosos no esperando agradecimiento alguno.
Somos lo que somos, porque así con este carácter indómito nos han parido o el destino nos ha elegido.
Somos transgresores, disciplinados, anárquicos y condescendientes, pero somos de fiar siempre, cuando alguien querido nos necesita y sabe que puede contar con nosotros.
Así es nuestro código de los sentidos, nuestro inquebrantable Bushido, en donde el valor, el honor y el respeto con uno mismo lo es todo. Todo lo demás ajeno, bueno o perverso es efímero.
El perro ladra y el lobo está quieto y en silencio. Nunca habrá de dudarse que ambos pueden ser amigos o enemigos si sabes apreciar sus gestos y movimientos o no les provocas con tu indiferencia, con tus miedos y tus rarezas.
Nunca desesperes y grites, nunca amenaces y te protejas con un falso disfraz de valiente. No lo eres ni tú ni tu enemigo. Siempre se tiene miedo. Sé prudente y vuelve a abrir tus puños y recibe el primer golpe, así sabrás que tienes razón y fe en una fuerza que no es necesaria utilizar si uno de los dos contendientes quiere, aunque la suya la reconozcas y tú la escondas.
Así es mi Bushido. Camina despierto y no tropezaras con una invisible piedra. Corre mientras puedas y detente para afrontar el impacto del viento observando las estrellas o el cielo azul u oscuro, así sabrás que estás vivo y pensarás que el camino no es tan largo, ni tan estrecho, pero sobretodo no olvides que si te encuentras a un hambriento nunca rechaces darle algo de lo tuyo, que quizás no necesitas. El camino se te hará más entretenido.
Así es mi Bushido. A quien te aflija el alma, que es tu mejor arma para comprender a los demás y a tí mismo, no le tengas compasión y no le dejes que respire la suya en su blindaje, ni la necesita y mucho menos la merece. El alma es tu vida, limpia, nítida, endurecida y enfurecida para impedir que quienes intenten hacerte daño, a tí y a los tuyos, corre el riesgo de que le arrebaten de un zarpazo la suya.
Así es mi Bushido.
Porqué el destino así nos ha hecho, porqué el destino lo es todo. Así es el camino del guerrero y su Bushido.
Reconocer la vida en cada soplo de aire…