¿ Detenciones de mentirijilla ?.. o ¡ Méteme en la celda del “ventilador” y deja la llave, que ahora salgo ¡

José Manuel Villarejo Pérez, ex-comisario y todavía todopoderosísimo hombre que controla la lavandería de los trapos sucios confeccionados por las industrias locales de las "tramas" y las conspiraciones, siempre reíra el último, mientras sus detractores políticos y periodísticos no enmudecen y se dediquen a perseguirle, auque en ocasiones deban recalar en un rincón que creen aislado por prudencia y necesidad, muy lejos de las cloacas que retienen los pestilentes vertidos que produce el Estado y los "residuos económicos" del Ibex35.

Espediente secreto
Comparte este artículo

Hoy, 3 de noviembre 2017, irrumpe la noticia de la detención de “ex-comisario” José Manuel Villarejo Pérez, (65 años) hoy un jubilado que odia la petanca ( la fotografía a la izquierda data de 1995 ), atribuyéndole delitos de cohecho sobre un asunto relacionado con el tráfico de guineanos, blanqueo de capitales y transporte ilegal de pertenencias. Una información difundida probablemente con el fin de restringir los verdaderos motivos, y sacarle de la circulación por tiempo indefinido, y así poder trabajar sin condicionamientos ni cortapisas, además de protegidas por una causa sub júdice ( que nada puede decir mientras se esté en proceso judicial ) por parte de éste astuto, carismático, inteligente y activo dominador de situaciones críticas al más puro estilo Bond, al serle reconocido de hecho como miembro adjunto a cualquier división, dada su licencia para hacer lo que mejor proceda para defender al país, y devolverlo a su estado de normalidad constitucional y al Ibex 35. Por todo lo cuál no sería de extrañar que algo se cuece en Guinea Ecuatorial, ex-colonia española regida como un severo internado por Teodoro Obiang, un tirano ex-licenciado oficial graduado en la Escuela Militar de Zaragoza, dando un golpe de estado que derrocó a su tío Macias, quien ya desde el poder no conocía las prácticas absolutistas de su traidor sobrino, principalmente por dedicar todo su tiempo a las torturas físicas de sus reconocidos oponentes.

Todo hace sospechar que pronto tendremos noticias sobre las convulsiones políticas en esa zona africana, y tampoco sería desproporcionado opinar que las huestes de Villarejo ya se han puesto en movimiento, interponiendo en el escenario a algunas de sus múltiples empresas de gestión.

Pensar que las diferencias del ex-comisario Villarejo con el actual director del Centro Nacional de Inteligencia CNI, Felíx Sanz Roldán (72 años) General del Ejército en la reserva, y Secretario de Estado, son exageradadamente irreconciliables, por lo que deberíamos considerar que podría tratarse de un bulo pactado y perturbador de proporciones espeluznantes si así no fuese, precisamente por el mucho ruido que podrían despertar la falta de cobertura e imposible desarticulación de una estructura oculta, protegida y articulada por el trabajo de un equipo de “mudanzas” inteligentes, especializados en obtener, manejar y distribuir información sensible vertidas en las cloacas del Estado, y que son recicladas cuidadosamente para un uso puntual, por lo que se entiende se taponaría cualquier grieta que pueda producirse en lo que por acciones inexcusables puedan atribuirse al entorno del  2º CNI, dependiente de un conclavé de poder absoluto y supranacional, cuyo nacimiento al servicio total y en la sombra oscurísima, puede atribuirse al certero Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), quienes no dudan en recabar datos, a modo de asuntos internos, sean o no autorizados, grabando incluso las conversaciones profesionales y domésticas de la plantilla del CNI, lo que ha motivado luchas internas y durísimas respuestas, en las que la sangre nunca llegó a un río que no fuese un manantial, que aunque de aguas turbulentas, sirve para rejalar cualquier dolencia, tensión y reivindicación crematística para repartir fondos reservados.

En cuanto al arresto del ex-comisario José Manuel Villarejo Pérez, nos hace recordar el del Teniente Coronel Enrique González Galindo, nacido en 1939, que en el año 2000 fue acusado de pertenencía a banda armada (GAL), acusado también de narcotráfico, trata de blancas y torturas, cayéndole 71 años de prisión. Éste alto mando de la guardia civil salió de la “teórica” y húmeda celda en 2004 por su estado de salud, y en libertad vigilada, por supuesto, ya que todavía debe llevar guardaespaldas, sin acceder a un tercer grado, que tampoco necesita. Y se dice entre sonrisas y se comenta entre extrañezas y malas lenguas, que desde ese “forzado” aislamiento se concibió, después de descubrir y sacrificar al Gal, un brillante plan de blindaje de secundarias activaciones de contra-réplica política y policial, chantaje disuasorio, amenazas veladas y persecución sin tregua en el reparto de intenciones puerta a puerta.. y el final de la banda terrorista Eta.

Sacar conclusiones es fácil, mantenerlas en público peligroso, y narrarlas como un cuento alegre y divertido, puede ser una lectura para ingenuos y santos inocentes. 


Comparte este artículo

Comentarios

   Send article as PDF   

6 Comments

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*