Hablar cuesta poco cuando las responsabilidades son mínimas, y se magnifican las expectativas de un futuro desconocido

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Mientras unos hablan de derechos, otros se complacen en evitarlos y muchos en intentar perderlos para después buscarlos

Escuchando a determinados personajes, líderes de Unidos Podemos, tal Ramón Espinar, observamos que emplean un tono de vocablo “guevarista” sin personalidad ninguna comparativa y sin acento, cuando reivindican que no deben existir agujeros negros en el sentido más estricto democrático por una falta de solidaridad y pluralismo como concepto en aclarar la verdad sobre cualquier asunto que huela a putrefacto, algo que contempla con mayor o menor grado el sentido de la libertad en estos días de acuífera mirada cuando todo se lo lleva el agua y el viento, que lo arrastra todo menos los problemas. Y no, no es cierto que se puedan igualar a un pensamiento del “Che” en un parlamento sediento de protagonismo que van pasando uno a uno a turno de partido, ya que desde su presencia en New York, Ernesto “Che” Guevara y en la ONU en 1964 en su derecho de contra réplica hasta el infinito, por primera vez el argentino-cubano-marxista-revolucionario, supo que nada prosperaría por decir algo ante un micrófono sensacionalista en presencia de altos comisionados representantes de los gobiernos mundiales, que no estaban por discursos libertarios y reivindicativos que incomodarían las ayudas de los gringos, ejercitando represalias de muy amargo recuerdo para quienes olvidaron que antes de hablar o apoyar un mandamiento, el terrible sabueso imperialista muerde con colmillos afilados, hasta conseguir implantarse con hostilidades económicas, hasta en su propio corazón metálico con cuerpo de marine en acción controlada.

Y nos hace gracia el derroche de palabras de España Unida Podemos.. con todo, oponiéndose a la venta de armas por parte de éstos hostigadores del comportamiento tan al estilo del gobierno venezolano, que se niegan a seguir conservando a uno de los mejores clientes de los muchos productos que le suministra la península ibérica con pedido de bandera saudita y pago a cuenta anticipado, poniendo en peligro la salud laboral de Navantia por empleo desconcertante de sus astilleros, cuando consideran que la naval puede prescindir de encargos de este tipo, comprometiéndose a poder derivarla a un plan industrial estratégico, ignoto y perjudicial en principio, lo que nos hace recordar que los costes sociales de tan tamaña estupidez, no se centra únicamente en el motivo de una venta condenable por el conflicto del Yemen, pues son más de 17.000 millones de euros los que realmente están en juego en la cartera de encargos pendientes, si se hace más torpe el humanista gobierno socialista con el golpe certero que le puede propinar un nuevo sustituto competidor para evidenciar que el error de ser más servicial que un conserje de club de alterne, pasará a convertirse en el mejor recambio como proveedor de armamento que no tiene inconveniente en seguir debatiendo sus dudas sobre los derechos humanos, mientras le sigue suministrando bombas de racimo, artefactos rabiosamente inteligentes y municiones de alto calibre a unos árabes que descuartizan a sus periodistas que no comulgan con su política, guardándole hipócrita fidelidad a las facturaciones que han pagado y seguirán abonando sin tanta proclama visceral.

Y todo ésto sucede en tiempos de Trump, un presidente estadounidense que le hubiese gustado ser un héroe en la batalla de Gettysburg, que no tiene reparos en seguir la corriente del chiste que le cuentan los servicios secretos del oro líquido sobre los periodistas con turbante, aunque no siempre, que se pasan cotilleando y desvelando interioridades de las familias reales, llegando a hacerse trizas cuando caen por un precipicio llamado tortura originándose un accidente que no deja ni señales de su evaporación cuando se buscan pistas . El mandatario norteamericano que no le gustan nada los escándalos, pues al límite está de soportarlos, ve el futuro un tanto oscuro cuando rompe relaciones con Rusia por el rearme nuclear que no contempla el tratado, algo que se agrava con respecto a los chinos que temen un pleito nada elegante por la humillación de aplicarles sin negociar aranceles prohibitivos y muy recalcitrantes..

Después viene la estrategia de hoy que se cambiará con suerte mañana para paralizar el mundo y llevarle a un susto mayor, en donde Turquía la arma con Arabia Saudita, cuando petróleo barato tiene de Venezuela para hacerle una peineta a Europa, y venderle lo que le sobre a Alemania, lo que hace que USA no lo tenga del todo claro si se lía la movida con Rusia y China, enrocándose un problema de proporciones desconocidas, pero todo eso forma parte de la parodia paranóica y de unas mentes pesimistas que dentro de cuatro días volverán a mirar el reloj de la paz para seguir con un chantaje populista, esperando no haya ninguna última explosión insonorizada si no se es capaz de desclavar las garras de unas decisiones endemoniadas, elaboradas imprudentemente que difieren por el ajuste de cuentas de una mediocridad introducida en la política que sin experiencia se limitan a dar consejos y legislar memeces, que en otras circunstancias no los darían sin ton ni son y ninguna garantía de credibilidad, esa que cuesta encontrarla en cualquier paquete de medidas ejemplares y disuasorias.


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