
Antes que un enfoque demográfico, económico, histórico y sociológico, hay que pacificar y revelar el engaño al que ha sido sometido el pueblo haitiano. No puede haber “pan” de una ayuda internacional para hoy y hambre para mañana. Todo se debe gestionar y la Justicia, que la hay en Haití no puede silenciarse por imposición de una minoria que nada en la abundancia desde el descontrol gubernamental y el caos de la impotencia. ¡ No llores por mí que soy la verdad de Haití, cuando veas a mis muertos amortajados en cada esquina y seamos una noticia más en los noticiarios y en la prensa internacional. ¡ No no sirven de nada los lamentos cuando padecemos una pandemia de maldad ¡.

La Liga Haitiana Internacional (LIHAITI) desde su oficina provisional en la República Dominicana y comprobadas las desafortunadas gestiones de la política interna de Haití por lograr una mesa de diálogo y negociación claro y sincero para evitar el derramamiento de más sangre inocente, emite una enérgica protesta y llamada a la comunidad internacional para que acuda en ayuda de la necesitada y desesperada del pueblo de Haití, que hoy se encuentra en una catástrofe humanitaria sin precedentes por la falta de sensibilidad de los líderes que gobiernan en áreas de vital importancia, en un país sumido en soportar la sospecha de la incredulidad a costa de la más absoluta desgracia ajena.
Del mismo modo el equipo que integra la Liga con el gran amor a su Haití, vemos y lamentamos que las lagrimas no dejan de derramarse por las consecuencias de las mismas autoridades que fueron elegidas, como senadores y diputados que son los mismos que violan las leyes a sus conveniencias. No es una suposición y si un hecho demostrable e irrefutable.

Como podemos ver, desde el año 1986 hasta la fecha, se han ido intercambiando gobiernos poco fiables que han dado una muestra de desconfianza al resto del mundo. Ya es hora de demostrar que todo error debe ser corregido, y sin ninguna intención y sin rubor hacerlo desaparecer de una historia muy discutida, que bien merece escribirse con honor a partir del próximo presente y sin pasar página alguna para no olvidarla. Por tal razón solicitamos, una y otra vez la intervención de la comunidad internacional y a todas las potencias mundiales consagradas a una equidad para evitar que una enfermedad social inhumana, se convierta en una pandemia de los imposibles, que haga sonrojar al mundo por no evitarla.
Mientras en Venezuela se recrudecen las acciones y aparecen sangrantes heridas, Haití parece que no exista.
Mientras en Venezuela se preparan para un cambio, en Haití cada día se anuncian más y más mortajas y las armas se resisten a silenciarse. Haití si existe, vive y vivirá para que llegue un día en que todo vuelva a la normalidad de un país en paz y con plenas garantías de ser donante y
asistido cuando así se le necesite, como es deber de una humanidad que parece que no sea igual para todos.

Por último la Liga Haitiana Internacional agradece la solidaridad del pueblo dominicano, a la vez que le expresa el sincero agradecimiento, reconocimiento y comprensión como país vecino amigo, siempre presente en el recuerdo de haber sido el primero en acudir a
ayudar al haitiano en los momentos más dolorosos y tan luctuosos como los actuales.
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