España y su 2º CNI ( Centro Natural de Injerencias ) en sus movimientos geopolíticos

Geopolítica española en Suramerica a favor del Ibex 35
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La influencia logística de la “bondadosa” intervención española en Dominicana, Venezuela y allí dónde tenga puesta su mirada el Ibex 35, gracias a la sombra del competente 2º CNI ( Centro Natural de Injerencias )

Antes fue Costa Rica, ahora República Dominicana. ¿ saben Vds. dónde descansan los “guerreros” y se organizan como servicios secretos externos extranjeros que operan en el Caribe y Pacifíco Sur ?. No es en Santo Domingo capital, es en Punta Cana y Puerto Plata, encubiertos en la apariencia de hombres de negocios que juegan en campos de golf de 27 hoyos, en jubilados distraídos con experiencia que se desprende de muchos informes falsos, que supuestamente toman y se tuestan al sol y beben ron sin adulterar, elaborando lo más aproximado a la realidad, y tamizando, cribando la nada o mucho importante que recogen los colaboradores autóctonos en un trabajo de campo en las áreas de influencia de la geopolítica, que cada vez tiene mayor sentido e importancia para la economía perceptiva mundial, orientados por “mercenarios” bufetes de abogados y otros actores extraños para alcanzar el desarrollo de lo que suele reconocerse en el léxico profesional como una aldea de protección, como lo fue modestamente Bolivia, Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina, considerados como intentos fallidos al ser ambiciosamente interceptados por dictadores, el comunismo precoz y un anarquismo presidencial traumático o ingenuo, que solo veía como lucrarse haciendo pagar tasas inconfesables, a imagen y semejanza con el viejo  olvidado historial nazi, que no pudo beneficiarse como deseó, aunque si con la sobornable negociación de conseguir sine die residencias anónimas, en el que se incluyó a Chile como inexpugnable reducto que evitase cualquier deportación.

“Existen otro muchos, pero hay uno que se mueve entre el caos de una confusión poco dada a transparentar sus deficiencias”

Sepan que una parte de la isla que divide Dominicana con Haití, vive en condiciones infrahumanas, en la que se producen, además de un fantástico, temido y malentecionado vudú, actos de verdadero canibalismo para elaborar, por parte de sanguinarias organizaciones mafiosas locales consentidas, un tipo de “hamburguesas” sazonadas con mucho picante, que por muy poco precio alimentan, aún así a una población que le resulta casí imposible acceder a una mínima y desconocida proteína por moralidad prohibitiva, que nunca se preguntará de donde procede la carne, teniendo presente que la defosteración y la poca animosidad por el cultivo, el pastoreo y la crianza de una ganadería, que por los muchos comentarios y confesiones recibidas, no es rentable ni sostenible sin ayudas elevadas de la comunidad internacional, dado que la misma, la auténtica de los animales para el consumo, que se nutre y cuida en lo que podríamos definir como campos de concentración, es muchas veces diezmada por enfermedades, expoliada por los poderes, robada y suministrada la más sana, la que queda, para algunos de los pocos complejos hoteleros y escasas residencias tipo bunker en donde viven con lujo indescriptible algunos importantes piratas del siglo XXI, comerciantes de la trata de “blancas” jovencísimas en este caso de “negras” que así se las ven y se las desean, cuando sus propias madres afligidas por la miseria, las facilitan por trescientos miserables dólares, si son elegidas como ganado para disfrutar de un “mundo mejor” destinado a satisfacer la necesidad por aumentar la prostitución, que es enviada principalmente a lupanares de Estados Unidos, Cánada y Francia, documentadas indebidamente y educadas en la escuela al uso.. y abuso de las prioridades, como si se tratase de un pago a cuenta. Países que abogan por la integración total de la isla caribeña, reunificando a dominicanos y haitianos. Unos por seguir deportando a los excedentes, siempre desechables por llamar indecorosamente la atención social que con sus fechorías les causan problemas domésticos de envergadura, especialmente de un inadmisible narcotráfico, otros por ver la posibilidad de implantarse en el negocio turístico sexual, sin hacerle ascos al familiar y su segmento estacionario para una envejecida y rica población, siempre en clara competencia con la implantación en Dominicana de las grandes cadenas españolas, y el otro por recuperar los intereses de los prestámos legendarios incobrables, que a Haití le sería imposible devolver.

Y por citar un ejemplo más, España no exenta de responsabilidad desde que Simón Bolívar, acompañado de la élite aburguesada del capital hispano atesorado durante siglos en su inicial expatriación, independiente de la corona (todos llevamos un “rey” en nuestra mente pero sin corona) centró sus pasos para un día exclamar “Nunca nos fuimos, nunca lo hicimos y siempre hemos estado dentro y con una huella imborrable”, (sin excepcionar Cuba), sirviendo a la táctica de la piel de toro ibérica que reconduciendo y manteniendo el proyecto de desestabilización desde el cocotero tropical dominicano y  con una labor de inteligencia nada banarera,  hace su trabajo como la de cualquier otro en donde tenga sus miras fijas en un único punto a tratar: la economía, para que la importante influencia de nuestro Ibex 35 no se vea comprometida sin desventajas, y que ahora tiene sus ojos dirigidos a Venezuela para recuperar y consolidar lo invertido y lo que se revertirá, con el atractivo petrolífero, orquestando para ello un teatro de operaciones sumergidas, con unas puertas de entrada convenidas a través de una estrategía de salida y refugio de políticos sometidos a la indiferencia controlada del gobierno bolivariano, al que realmente no le importa demasiado, si las condiciones son similares para ellos, cuando a la tortilla se le dé la vuelta a la sartén en uno de los fogones más rentables de la cocina tradicional.


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Comentarios

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5 Comments

  1. Es un caso triste lo que ocurre en la isla cubana con el régimen parasitario, pero tampoco está nada bien lo que sucede en Haití (según dicen algunos, está maldita debido al “vudú”), el país más pobre del continente americano. No se puede complacer a todos, pero si hacer críticas constructivas, una forma benevolente de que los gobiernos alrededor del mundo tomen conciencia y si deben corregir, corrijan (por ejemplo Corea del Norte).

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