La “ otra falsa pandemia ” de la vergüenza mundial – 4ª parte y última.. con unas desgarradoras imágenes de un salvaje comportamiento que se repite peligrosamente

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.. especialmente la europea y otras insaciables coartadas de las desinformaciones “oficiales” para alegrar las constantes de un Caribe enfermo de contradicciones

Todo lo manifestado en las anteriores partes 1-2 y 3 de este capítulo abreviado, nos hace entrever que el no sumando “0” en la cesta de las gangas demoledoras harán contraer estabilidades económicas presumibles a ser mantenidas confiables por gobiernos a punto de desintegrarse, y que según los acertijos en el confinamiento que nos ocupa no perjudicarían a la República Dominicana, lo que en estos días no deja de ser una tendencia prioritaria, oportunista o delirante que cuestionar el deseo de bonanza para ser discutido y establecer una deseable recuperación, cuanto antes con la condición de no ofrecer más tensión en una población vulnerable en toda su escala social.

Dejar del optimismo en la reserva es una cualidad, la misma que exige que la cultura del comportamiento cívico es indispensable para recuperar cualquier posicionamiento político.

Hay que admitir y hacer callar a los emisores de la falsa propaganda, que al igual que se encuentra inerte toda la cuenca del Mediterráneo, el Caribe no está menos dañado en cuanto a la pronta reactivación turística que se pretende, máxime cuando indefectiblemente no hay reservas ni se las espera concretar a corto plazo, admitiendo un desbarajuste comercial que percibe taxativamente que no hay visitantes en proporción rentable a los que recibir, halagar, acomodar y alimentar por razones de un virus de mortandad mundial, lo que traducido a la realidad nos induce a sospechar y en lo que respecta principalmente a Punta Cana como un punto de interés estratégico para conservar la artería vital y principal del turismo como sector generador de riqueza, tanto directa como colateral, exigiendo tener valentía para destacar y para que a nadie le pille de sorpresa, que concurre a todos los niveles una paralización total de efectos inimaginables que afectará gradualmente a un ejército de empleados sin trabajo, que empezarán por dejar vacíos los envoltorios boquiabiertos de porexpan blanco del pica-pollo a las horas acostumbradas del almuerzo en los establecimientos chinos que hay distribuidos en todo el territorio dominicano, siguiendo el atrancar la puerta para no responder a los cobradores de préstamos y deudas contraídas.

No se tiene en cuenta la ” verosimilitud fingida ” de ofrecer soluciones y mejores expectativas contenidas en el mensaje último de buenas intenciones del gobierno de Danilo Medina, pues no las hay. El Presidente del Gobierno de la República es un mandatario del que hay que decir que no tiene culpa alguna del fracaso de una sociedad que siempre ha creído ser necesaria para considerar que el “clientelismo chantajista como estómago agradecido” era la mejor profesión para tener cobijo económico en el Estado, dejando a los haitianos “afincados” en la República Dominicana como uno de los objetivos inciertamente culposos de las desgracias globales y ocasionales que se están dando, lo que en su conjunto hace que el caos, también como el hermanastro bastardo virus inmisericorde se extienda, provocando una huida hacía ninguna parte de esos 22.700.000 personas que hay en la isla, y que ya están surgiendo en algunos y abundantes casos los primeros arrebatos de la incontenible cólera e ira.

Desgraciadamente se impone la desmoralización, la desconfianza, las reyertas y las violencias físicas, unos por proteger sus intereses y no quedarse inmovilizados por simple apatía de no ver más allá de sus narices, otros considerados los más desafortunados, optando por posturas desafiantes creyendo que así pueden poner barreras para saciar el hambre, un elemento discordante que ya ha aparecido en los semblantes de una población desprotegida y a la vez desafiante, que sigue permaneciendo a oscuras y revestida con un destino alocado que hace aparecer en las acciones de los humanos situaciones detestables, cómo la de ir armado con un machete a cobrar los alquileres, encontrarse con un contestatario que se niega a salir del lugar con su familia y ser atacado sin mediar más negociación, casi descuartizado al inquilino como puede comprobarse en la desdichada y escalofriante imagen, separada del inquietante vídeo que no nos atrevemos a publicar.

Al parecer está comprobado que el “coronavirus” es seguro no hará mucho daño mortuorio a su paso el tortuoso camino del miedo impregnado en la piel de los caribeños, dado que el “bichito” no soporta el calor y cae sin poder al no llegar a dañar los conductos de contagio, debido al elevado, sudoroso y envidiado clima que protege a las buenas y otras no tanto, personas para etiquetarlas de igual forma honrosa, cuando sus reacciones ante un problema como el vivido es meter la cabeza bajo tierra prefiriendo encariñarse con las indeseables ratas, antes que contribuir a las mínimas necesidades de sus vecinos y compatriotas, lo que nos hace considerar que hay “epidemias” transitorias que son una vergüenza, tanto en la clase política que no se compromete a poner una gota de esperanza para los más vulnerables que nada tienen, y no tener agallas para engrilletar a la vez a esos pendejos de mala muerte, que se aprovechan del miedo reinante, que se esparce más allá de cualquier límite fronterizo cometiendo asesinatos frente a frente de su cobardía, creyendo que son inmunes a una Justicia divina que no olvida.

El impacto es estremecedor para todos y el colapso a nivel mundial es lamentablemente la pastilla de cianuro para muchos emprendedores, con deudas y un empobrecimiento en la mente que abre agujeros sin fondo, rotos por las noches estrelladas que intentan coserse al día siguiente en los pequeños, ajados y reducidos bolsillos que se niegan a aceptar el peso de la chatarra menuda, y que únicamente retienen lo peor que llevamos dentro y lo exteriorizamos, creyendo que no hay pena ni castigo.

Y la 4ª y última entrega de esta crónica socio-económica no es la que pretendíamos trasladar, pero la evidencia no se puede ocultar con las golosas mentiras envueltas en la auto-conservación en la que debería imprimirse la leyenda : ¡ CUIDADO NO TOCAR – PELIGRO DE MUERTE !

Movimiento y Desarrollo de la libre opinión, sin esperar que las 4 figuras del apocalipsis visiten nuestra web para atemorizarnos


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