Las compañías eléctricas en connivencia con el sector de la automoción, que miman a la política europea se imponen y ganan, mientras los demás países seguiran fumando un puro en una sauna llamada Tierra

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Yo a Teruel de Aragón en automóvil eléctrico y Tú a Los Ángeles de California, en coche o en “moto” de diésel y gasolina ( prohibidos en algunos países de Europa ) por la mítica ruta 66 

El gobierno de España ha anunciado que secundará las decisiones de algunos sensibilizados países europeos por contribuir a eliminar las emisiones contaminantes que producen los actuales vehículos en circulación que utilizan para sus desplazamientos gasolina y diésel, al igual que lo hará definitiva y efectiva la prohibición en una primera fase Gran Bretaña en 2040, para que en el 2050 deje de funcionar en su totalidad cualquier vestigio de los actuales motores, incluido el híbrido, determinando Francia que esa medida implicará la retirada en su comercialización de coches de combustión dentro de los coincidentes 21 años que apenas faltan, aplaudiendo el compromiso de Noruega para 2025 y el de Alemania, Irlanda, Holanda y Dinamarca para 2030, aplicándose los escandinavos para hacer posible el mismo reto antes de esas fechas en su calendario.

España se encuentra detrás de Alemania en la fabricación de vehículos de turismo y en investigación compartida con los dedicados al transporte de mercancías, apostando en estos momentos por subvencionar con ayudas al consumidor por la adquisición que elijan en el mercado alguno/s de los más de diez nuevos diseños de modelos eléctricos que se fabricarán en las 7 plantas industriales en el país ibérico, estableciendo un objetivo prioritario como promocionar dichos ingenios mecánicos de movilidad con la dinámica que generará la nueva alternativa tecnológica carente de emisiones perjudiciales para la salud, máxime cuando se está redactando un borrador de Ley en la que se obligará a todos los municipios a partir de 50.000 habitantes para que antes del 2023 se consideren zonas de baja emisiones contaminantes.

A tenor de las ventas de la industria que irá a la par en la exigencia del sistema propuesto a través de las ordenanzas gubernamentales, y de acuerdo a un programa previsto muy teórico y complicado del que se esperan excelentes resultados en las sugestivas ventas, las actuales estaciones de servicio de carburantes deberán instalar surtidores de recarga eléctrica capaces de atender la demanda del nuevo suministro, permitiendo a sus propietarios y concesionarios, nos imaginamos, centros complementarios de descanso y venta de todo tipo de alimentos, recuerdos, prendas y restauración como ya sucede en las rutas de las autopistas, al objeto de hacer más llevaderas las esperas de carga y diligencia permanente en fechas muy puntuales como vacaciones y puentes, debido especialmente a un exceso de tráfico que deberá contar con puntos de “enchufe” acordes con las autonomías de los medios de transporte, lo que nos mueve en solitarios invisibles a hacernos algunas preguntas cuando el dióxido de carbono deje de traducirse como el perfecto aliado del efecto invernadero, y el ruído no exista por unas baterías silenciosas que se fijarán adecuadamente en núcleos de potencia y tiempo de permanencia en el asafalto, dependiendo de la longitud que tenga el vehículo seleccionado para albergarlas discretamente en sus bajos, protegiéndolas con planchas resistentes y fáciles de desmontar cuando haya que sustituirlas.   

¿ Serán los novedosos “drones” de 150.000 € que ya vuelan por Arabia Saudita portando pilotos humanos, por ahora, con placa de agentes de tráfico, capaces de vigilar y descubrir las infracciones desde el aire, solventar percances in situ, a la vez que apuntar y disparar al delincuente con un rayo de electrochoque instalado en la motocicleta voladora, filmando a todo ser viviente sospechoso de pasearse por una acera o asomarse a un balcón, que puede tentar al sujeto a salir despedido por el mismo, causado por brisa imprevista surgida de un efecto sofocón, por sentirse preso en una ciudad de cristal transparente en la que nadie se podrá refugiar para vivir su individualidad  ?

¿ EE.UU, Rusia, China, India, Japón y el resto de los 194 países que integran el mundo reaccionarán positivamente y se aliarán en un interés común, gregario e imprescindible para paliar con idénticas medidas la contaminación atmosférica en el globo terráqueo, que de no hacerlo será como permitir seguir estando envueltos, los pocos concienciados en una molesta nube de humo dentro de una sauna de fumadores incorregibles ?

¿ Que ocurrirá en España por ejemplo, cuando las electro versus antiguas gasolineras se congestionen de vehículos eléctricos que deban esperar en horas punta como mínimo 45 minutos para cargar sus automóviles, mientras la batería de su teléfono móvil permanecerá en estado de alerta para ordenarle que ya le toca su turno o es el momento del desenchufe ?

¿ Es está una decisión tomada necesariamente por la escasez de combustible próximo o por el control en la “subasta” de un exceso de producción retrasada del oro líquido en otros descubiertos nuevos yacimientos que pueden resultar más competitivos y de calidad super cercana a los 120 octanos de pureza, haciendo bajar por ende el precio del barril que no ha dejado de aumentar, sustituyendo la caótica economía inestable con un avance de lo que nos deparará el futuro ?

¿ El petróleo se reservará para los carros de combate en las contiendas bélicas en puntos estratégicos que desobedezcan el nuevo orden mundial.. o dichos monstruos de volumen y peso aplastante se verán alimentados por una simple, maravillosa e irrisoria placa solar ?

¿ Qué papel jugarán las actuales refinerías, navieras y otros sectores secundarios.. o cabe sospechar que serán las primeras en ser activadas con bloqueos permanentes cuando los países en proceso de primitiva evolución en África, decidan utilizarlas si consiguen a pagar y conseguir el O.K. de autorizar importadora a suministrar el codiciado “barril brent”, producto líquido en próxima decadencia de su consumo parcial, que alimentará a la incipiente industria en los países del tercer mundo a precios incluso más económicos que la electricidad, lo que originaría un nuevo revulsivo en las economías que resurgen por una necesidad vital haciéndolas mucho más versátiles y competitivas, tal le sucedió a China cuando amenazó con una guerra mundial si no se le daba entrada al libre comercio internacional ?

¿ Las compañías eléctricas se forrarán y sus accionistas estallarán de éxito sobrecargado, encareciendo los costos de recarga paulatina y sistemáticamente, asociadas a una lánguida industria de la automoción que aunque haya facturado en España un 10% más en este año de cambios políticos en su seno, preveía con la bola mágica de la premonición, que nunca falla, suponer un elevado coste de su sacrificio por una inminente recesión, muy seria que sería de consecuencias difíciles de soportar, requiriendo un cambio brusco en las estrategias y la recepción de ayudas estatales obligadas, poniendo una alta mira telescópica para abatir los efectos de un desempleo de proporciones dantescas en la industria que ya muestra signos de debilidad ?

¿ Se ha descartado en el aula de la corroboración científica el probado y funcionable motor de agua, o es que simplemente se teme que los ciudadanos con un cubo de plástico en el maletero junto a la rueda de recambio, lo utilicen y así temerariamente hacer que se desequen pantanos, ríos, lagos y embalses, dejando el mar como alternativa sustitutiva para lavarse y ducharse, o es que simplemente todavía no hay vallas con concertinas suficientes que encierren los perímetros para proteger el elemento líquido que pueda saciar la sed en las plantas refrigeradoras de una energía nuclear, que será indefectiblemente la necesaria, tarde o temprano, para sustituir las ya envejecidas de ciclo combinado, y así darle chispa alumbrada al negocio del sector del oligopolio eléctrico y alimentar de tal manera las potentes baterías de los recién estrenados “carruajes semi espaciales” de un supuesto “low cost”, que además de correr por las carreteras tendrán también la opción de volar por los saneados aires sin ningún temor de colisión ?

¿ Todos los estacionamientos “públicos” en las pequeñas y grandes ciudades, incluso en los pueblos a partir de 5.000 habitantes se marcarán, y el tiempo lo dirá, en una zona azul indefinida hasta la entrada y salida a los accesos, disponiendo de columnas de acero de acceso impenetrable, alojando “parquímetros individuales” en donde repostar electricidad a la vez que el tiempo de estancia en el forzado apeadero que tendrá un coste con descuento simbólico para los vecinos de la localidad, lo que redundará en unas financiaciones extraordinarias para ayuntamientos y autonomías que sufragarán con intereses las modernas instalaciones que también servirán para emitir mensajes en convocatorias electorales y música de ambiente, para hacer mucho más agradable el pago de un tiket al pulsar el botoncito verde ?.

¿ Llegaremos por voluntad propia a admitir el cambio de una desconocida nueva era repleta de novedades sorprendentes, sin que tengamos que añorar los viejos y ruidosos motores de autos y motocicletas, o a lo mejor accederemos también admitir que un chófer robot propuesto como elemento opcional en la compra de un “corre-caminos” con garantía de no contaminable, listo en todo momento para llevarnos con una seguridad total, tanto si estamos camino de Teruel que seguro “existirá” como cabe esperar, ya reconocida de rebosante atracción turística con carga eléctrica promocionada de bono del 50%, a descontar por la recepción vehicular de rayos cósmicos en sólo turismos fabricados con Kevlar, o a poder trasladarnos en vacaciones a California de distinto modo por la ruta 66 escuchando a los míticos “Beach Boys” en una Harley Davidson que sin escrúpulos ni remordimiento toserá veneno humeante imperceptible, estimulante para los nostálgicos que todavía vivan para contar lo que fue un antes y un después tras perder un sueño envejecido en el siglo XX y XXI ?

Y tampoco debemos olvidar en este punto y aparte, el consumo de los más de 20.000 aviones que vuelan diariamente en el mundo, recibidos y despedidos en los casi 9.000 aeropuertos propietarios de extensas pistas de aterrizaje, y si tenemos en cuenta que una aeronave comercial Being 747 utiliza 4 litros de queroseno cada segundo surcando el espacio y aplicamos un promedio de 10 horas de permanencia en las alturas, el resultado sería de 150.000 litros por viaje, una cantidad astronómica que ocasionaría un revés cerebral en cualquier avezado defensor ecológico para discernir un aspecto que merece mucha atención, concentrado en una afirmación e inmediata respuesta, ya que si el número de países que defienden la postura de rechazar en la atmósfera en Europa no llegan a ser más de 9 o 10 en la actualidad, y no se tiene en cuenta la transmisión indirecta del tránsito aéreo cada vez más fluido en las destacadas y densas capitales con su influencia en la contaminación, flaco favor le hacemos al consumidor y usuario “electrificado” si no se consigue una unanimidad globalizada, aunque no obstante estará bien considerado el esfuerzo de que los gases de los tubos de escape tengan una caducidad a medio plazo, pues a lo mejor la investigación aeronáutica habrá avanzado tanto por entonces para predecir, con algo de humor cínico y absurdo, que cada vez estaremos más cerca del alcanzar el don de la ubicuidad y/o la teletransportación, esperando que sentarse en una cómoda butaca de un avión únicamente se deba a un formulismo y ya de paso tomarse un refresco servido por un atento servicio de azafat@s muy educados en el trato.. para mejor control de los viajeros y de los que insistirán en dar sustos como terroristas, asociales y borrachos.

Toda una experiencia “religiosa” por creer en el futuro, que ha empezado a estar presente hoy, cerrándole el paso al libre albedrio, que no al destino. ¡ Qué lástima y que aburrido ! que nos lleven por las sendas quienes predicen que no somos dueños de emplear nuestra adrenalina como mejor remedio curativo, para no pensar que somos víctimas de una energía oculta a la que no se puede contradecir, porque si lo haces te multan o te hacen endeudar con un vehículo con el que no disfrutarás jamás del placer de conducir, añorando aquella antigualla de “coche motor cuatro ruedas” que yace como chatarra en un inaccesible lugar.


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