
Más sobre Nicolás Maduro Moros, sus “porteadores financieros venezolanos, cada vez más cerca del voluntarioso exilio” y su departamento de “relaciones públicas” que nos sigue el rastro para declararnos oficialmente cómplices de la oposición y personas “non gratas”
Hace pocos días establecimos un nodo de coincidencias informativas que relacionaban el aumento en la compra de viviendas en Madrid por parte de desertores consentidos por Nicolás Maduro Moros, que comprueban como el régimen se deshace en una Venezuela castigada por una recesión económica provocada por ellos mismos, lo que hará más pronto de lo que parece, que las ratas ya saciadas y con su bolsa de doblones y lingotes de oro, sigan huyendo a la desbandada de un barco con alas que vuela a 900 km por hora sin bandera, repleto de desalmados marineros sin parche ni pata de palo y grumetes afines que los emplearán de sirvientes, que no tienen más remedio que buscarse otra identidad, que no sea la de piratas sin escorbuto aparente, en otro país de habla hispana con marchamo europeo y demasiado condescendiente por tener amigos en la terminal 1 de un aeropuerto concurrido, que “pueden”, o entre todos “podemos”, librarles de cargos imprevisibles en la que también participaría un ex-presidente español y socialista, que no tiene vergüenza alguna en reconocer todavía la ayuda misericordiosa a un gobierno que padece un raro síndrome, el querer abarcarlo todo y guardarlo en una caja de puros habanos.
Se adelantan las familias, esposas y madres de oficiales militares de primer rango, de los políticos y empresarios de patilla fina y corto bigotito, que han hecho en su propia tierra las ”américas” al más puro estilo esclavista con los suyos en su juego de tronos, y todos para buscar una vivienda digna y costosa, cuenta corriente y colegio en España para quienes dentro de poco pedirán asilo en la tierra prometida europea, sin olvidar a los hijos emprendedores con posibles sobrados, gracias a sus padres, todavía corruptos que miman a sus proles, a los que le permiten por la cara, instalar negocios de arte y “boutiques” de moda y algún que otro restaurante en las zonas más selectas del barrio de Salamanca o en sus envidiables alrededores.
Y en eso llegó, Nervis Villalobos, un pez gordo de responsabilidades ilimitadas en la energía venezolana en el gobierno de Hugo Chávez, artífice de las inversiones más allá del protegido parque que alberga la cascada del salto del ángel, que ha sido detenido por segunda vez en España por delito continuado de lavado del dinero expropiado tan rica y fugazmente por un ejército de pendejos subordinados y traficantes con licencia para dejar a un país sin un dólar para sostenerse, mientras que ahora el presidente, al que deberíamos considerarle en funciones, de una Venezuela en fase de inanición cambia de estrategia financiera y dice que a partir de ahora las transacciones en el mercadeo de petróleo se realizarán en euros para no llamar tanto la atención. Al “mago” de las inversiones Señor Villalobos, le han embargado no solo dineros de dudosa procedencia, también 40 casas de lujo adquiridas en Marbella.
solitariosinvisibles.org se enorgullece de recordar que su campaña contra una dictadura de calado que rozaría sin duda la culpabilidad de lesa humanidad, al igual que las de otros medios de comunicación social, estén surtiendo sus efectos de llamada para que la Fiscalía Anticorrupción siga averiguando lo que de verdad está ocurriendo cuando se detectan acciones de blanqueo en escala moderada o ampliada a más de siete millones de dólares transferidos al Banco de Madrid y a un nutrido grupo de inmobiliarias que esperan hacer su “bussines” con ese “otro” éxodo de intocables y privilegiados venezolanos que en algún lugar seguro y sin rejas deben de vivir al final, máxime cuando algunas operaciones de compra-venta en USA han resultado ser un fiasco, con el agravante de que por allí la solicitud de extradición se solventa con mucha rectitud, encadenando las injerencias mercantiles con un delito federal de considerable sanción penal, que todavía no puede ser efectiva la repesca de los infractores con la prontitud debida al tener los implicados causas pendientes con la Justicia en España, lo cuál quiere decir que bien sentados y entretenidos deben estar para la larga espera.
En el caso de Nervis Villalobos, que no es el único “camello financiero” de importancia, también le acecha un cargo de “cohecho internacional” emitido por la Audiencia Nacional de España, motivada por los sobornos del que había sido protagonista la firma nacida en 1858 Duro Felguera a funcionarios venezolanos que todavía esgrimen sus bastones de mando para la concesión de contratas para la adquisición de bienes de equipo para el sector energético, sin olvidar el proceso de ocultación en Andorra, pequeño país fronterizo entre Francia y España, en el que el susodicho y algunos de sus lugartenientes introdujeron en un primer intento dos mil millones de dólares procedentes del saqueo de la sociedad pública Petróleos de Venezuela PDVSA.
Todo es más lento de lo que puede parecer, y no nos congratulamos a recibir la información contrastada y veraz de que determinados agentes de las “relaciones públicas” bolivarianas, creen que nuestro blog forma parte de una camada de lobos hambrientos que la oposición que conspira desde la República Dominicana pretende seducir, creando el rumor de que estamos siendo subvencionados por quienes desean tomar el mando neo-liberal sin compasión, en cuanto desaparezcan Maduro y sus muchachos, a los que sin prudencia llamaremos compinches de necesaria conveniencia. Nada más lejos de la realidad considerar amenaza alguna al interés de encontrarnos para hablar, y sería un craso error no entender que a nosotros nos mueve el tono áspero del conflicto para entre otros muchos pararles los pies a las injusticias de los miserables con zapatos tipo “lotusse” que se aprovechan de su posición, protegiéndonos sin demasiadas ventajas que la seguridad nos exigiría, pero sí con un sentido de un código de honor del que en pocos años no quedará ni rastro, sin olvidar que nuestras motivaciones también son fruto de una transgresión genética que nos hace sonreír cuando empleamos la máxima : el destino lo es todo. Así qué, “menos lobos, caperucita y dejen de buscar los tres pies el gato“.
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