Mirando hacía adelante con prisa e ira, y hacía atrás para correr y tener la seguridad de que no te pillan

Comparte este artículo

Ni mucho menos Catalunya se ha reconocido de forma mediática, matemática y mesiánica ostentando su marca con el “piercing” reivindicativo del mundo oprimido, ya que cada día son más los países y regiones en disputarse el palmares de ser consideradas “legitimadas” para aspirar a su candidatura y colgarse el “mochuelo” de ser consideradas las más tumultuosas rebeliones contra el poder establecido, ya sea desde Irak, Líbano, Ecuador, Colombia, Honduras, Chile, Guatemala, Hong Kong y últimamente Bolivia con un amago de golpe de mando a otro dictador llamado Evo, además de la envidiada España que surge en la parrilla con gran despliegue de propaganda, teniendo como “campanarios de protesta” a las urbes más emblemáticas con evidentes signos de desorientación ciudadana englobada en un “montón” de siglas, en las que reina el “caos” con estupor, el quebranto de lo que se entienden como sociedades en vías de desarrollo constante y otras muy acomplejadas desde el desembarco de Colón y sus huestes, probablemente por una coincidencia premeditada por el destino infame, que puede llegar a ser viral de una enfermedad angustiada por diversidad de razones, sin otra visión real que no sea masticar sus consecuencias diarias y una habitual impotencia, obteniendo llamadas al orden que no son escuchadas y contestación altisonante a través de una represión total y absoluta contra la “violencia” pacífica.. o no, gracias al suministro placebo de un elixir económico con sabor agridulce y “vomitivo” si llega a tragarse, lo que debería de empezar por aplicarse a los políticos desordenados e inmaduros en la gestión que no acatan la sumisión de sus leyes autonómicas, regladas a una constitución globalizada en un marco “supranacional” convenido, con el fin de mantener la necesidad de una concordia plena en una democracia plural, articulada y admitida por mayorías que no deben resultar silenciosas, si hay algo candente que reclama una explicación coherente sin agitar a las masas susceptibles de rebelión al primer chasquido de una llamada.. o una “llamarada” provocada a un contenedor de basuras, lo que exigiría prudencia y siempre en vías de ejercer el derecho con un deseo constructivo, sin precipitaciones ni pleitos, acogiéndose al deber de hallar los interlocutores adecuados antes de pisotear por una anomalía la democracia instaurada, que nadie puede debilitar, o decir que no es aconsejable, entendiendo sus múltiples cualidades por estar experimentada tras largos años de practicarla.

” La violencia no es sino una expresión del miedo “ Arturo Graf (1848-1913 Escritor italiano)

Las sociedades empiezan a carecer de un sentimiento de reunirse para reflexionar, harto error por demostrarse que se traduce en un tropel de un gregario desafectivo entre los participantes, que no sea sacar el máximo provecho individual que les “regala” un estado de paz, en ocasiones transformada y confundida, con bonanzas inexistentes establecidas en un libre mercado laboral, especialmente traicionado que escala las oportunidades del capital mercenario, lo que irrita sobremanera al sistema influenciado por otros entes que están más arriba del conocimiento popular, lo que hace que el interruptor se desconecte, falle y se desvanezcan las intenciones de progreso a la par por un latigazo de corrientes, algunas benignas otras dolorosas, en las que por supuesto se emplearán manillas y grilletes si es necesario, para que concurran manifestaciones y réplicas al desacato avisando de sus penas, que pueden ir más allá de las palabras, ya sea con sabotajes crecientes y desalmados ataques con objetos rudimentarios, pólvora y líquidos inflamables que pueden quemar y hacen daño, por parte de todos, sin omitir quienes ociosamente tienen el tiempo de cometer los hechos deplorables, creyéndose impunes, sin importar su sexo, edad, estudios, rango social o ideología política, pudiendo llegar, si no se pone empeño y freno a los desmanes, incluso al peligro físico de atentar contra las vidas humanas encharcadas en cualquier proceso casual de difícil asimilación, amén del despintado crepúsculo de no saber al día siguiente de las barrabasadas consumadas si algo se ha conseguido, tanto para bien como para mal.

Sin duda una desaceleración económica no contemplará los argumentos que han motivado el aumento del precio del transporte público, aludiendo a otros países fuera del contexto europeo, añadiendo la carestía de los servicios y productos básicos de primera necesidad en otros también alejados, que no todos pueden acceder a su consumo, así como otras ráfagas de insolvencia en nuestro espacio más directo por no poder atender al abono de las hipotecas de las viviendas, o una sanidad inexistente en según que áreas del mundo llamado civilizado, lo que creará una discrepancia generalizada que arderá poco a poco en su complejidad de hacerla frente, olvidando la paciencia en la espera de una recuperación transitoria o en temporadas estacionarias de empleo, que sin duda se verá perjudicado cualquier sector bajo nómina anónima, llegando a la conclusión de que ya no podrá concebirse el trabajo como seguro y pleno en un mundo donde la oferta supera con creces a la demanda, lo que desmotivará las actitudes para embrutecer las respuestas acaloradas en forma de protestas sin rasgo de civismo pactado, que a cualquier gobierno se le puede escapar de sus palabrerías grotescas, promesas dudosas y manos inmovilizadas, descartando lo principal, la incapacidad de la que hacen gala los candidatos a dirigirnos corroborada su simpleza, y esa matizada mediocridad reflejada por una conducta inapropiada en la que repiten siempre lo mismo desde el altar que jamás fulminará sus contradicciones.

Comprobado y se ratifica que las redes sociales están siendo manipuladas por entes inteligentes de este mismo planeta, aprovechados al máximo, tanto para rebajar los índices de popularidad en cualquier mercado, ya sea el inversionista en las bolsas cada vez más engominadas, los fondos de inversión “fraudulentos” y los de garantía menos seguros, el turismo, la industria y el comercio, pues de todos es conocido que en estos momentos complicados del siglo XXI, del que parecía se iba a construir un ascensor y un grandioso montacargas sideral para ascender y vender los productos que en exceso se fabrican en la Tierra a otros planetas “menos civilizados”, lo más que se ha conseguido es hacer más asequibles las tarifas aéreas, que ahora pueden verse mermadas por la idea de que su uso y abuso va en contra del cambio climático del que tanto se habla y del que se prestan a remediarlo los “salvadores ecologistas”, con el dedo pulgar de la derecha en alto, esperando la subvención pertinente con la mano izquierda extendida.

” La violencia es el miedo a los ideales de los demás “ Gandhi (1869-1948 Político y pensador indio)

Vivimos en una “pecera” de peces náufragos, delfines sonrientes que saltan para decirnos que no nos entienden y tiburones hambrientos y sanguinarios, amén de los partícipes nadadores de despropósitos ahogados en la superficie de un vaso vacío, en la que nadie está seguro de llegar a ninguna parte, con más problemas de fondo que de identidad nacional o populachera ingrata que bien podría apreciarse como critica, observando que la juventud ha dejado de esforzarse salvo una minoría que no está por rescatar ni sufragar las necesidades a un exceso de holgazanes, y mucho menos tener que repartir los frutos de sus estudios, esfuerzos mentales y trabajo con los impuestos necesarios a los que puede verse afligido y moralmente dañados, lo que repercutirá en las decisiones, nunca egoístas, de una migración elitista, preparada a viajar hacía puntos más equidistantes de su lugar de nacimiento, para verse mejor recompensados por sociedades sumergidas en una etapa de crecimiento sin tantas florituras, y tanto acto parlamentario que no decide más que perpetuarse en el sillón ansiado, protocolos que se alejan de las conciencias nítidas y se embadurnan con los tintes del fracaso más ambiguos y tolerables hasta ahora, y en cierto punto de inflexión que de manera generalizada se transpira.

El apoyo popular en Catalunya se ha transmitido por una dejadez del “Estado Central” en compartir sitio y bandera institucional con determinación y sonrisas nada falsas, participando en el debate de las decisiones más plausibles, si últimamente ha existido alguna de reconocimiento importante, pues la memoria histórica no ha sido suficiente para distraer la atención de un pueblo demasiado cansado de ver a sus representantes políticos reiterar siempre lo mismo, una y otra vez, encarándose unos con otros para después irse a cenar juntos, dejando por resolver los problemas que han empezado a calar en la confianza de los votantes, que empiezan a entender las urnas como una jaula de grillos.

La gente de a pie no sintoniza y no considera resignarse individualmente con nadie si no es para ir juntos todos a quejarse por lo que sea y tras una convocatoria a través de su móvil en línea G3 o G4, echando de menos en sus manifestaciones la petición de eliminar cuantos antes a ese gran número de inútiles “colocados” en organismos paralelos, senados y diputaciones, que fijan sus puestos hoy aquí mañana allí, después de un tiempo de “quema” o de servir a la causa como cabeza de turco en primera línea, que nunca fueron los más idóneos para tranquilizar a nadie y convencer con sus mezquindades a hurtadillas siempre, cuando lo fácil sería reducir su importancia y carestía al mínimo dejando que los “técnicos diplomados de los ministerios” dirigiesen la ventanilla única de los presupuestos a corto, medio y largo plazo, lo que daría con satisfacción un primer avance para comprobar que muchos de esos “enchufados” se buscasen finalmente la vida como la de cualquier otro ciudadano, reduciéndose un costo que le haría crecer el pelo a un calvo. Por eso, y por poner solo un ejemplo, lo que sucede es qué cada día nos afeitamos menos, viendo como los que desean coronarse y ponerse un peluquin en la calva, por pensar tanto en cómo obtener los votos prestados con unos maravillosos resultados, optan por poner sus barbas a remojar, para sufrir menos cuando aparezca alguien con decisión revolucionaria y las intente “podar” con un rápido tajo de hoz y un martillazo en la frente, pues no sería de extrañar que los antiguos modismos olvidados se recuperasen de repente, por unos populistas intransigentes que siguen abriendo trincheras de reaccionarios y trampas repletas de serpientes venenosas para quienes no comulguen con sus idearios.

Resultado, cada vez nos fiamos poco de nosotros mismos, y mucho menos de esos que tanta preocupación tienen por vernos tranquilos y felices, en un clima artificial de envidiable bienestar.. además del suyo que siempre será distinto en ese panel de rica miel al que pocos se pueden acercar.

Y mientras tanto, dentro del hartazgo, nuevamente se comprueba que un “piquete” compuesto de cuatro “niñatos” malolientes que presumen de camorristas independentistas, impide la entrada a las aulas de la Universidad de Derecho de Barcelona a una profesora y un gran número de alumnos, lo que irrita sobremanera y no se entiende la “obediencia” en primera instancia ante la falta de respeto de los provocadores, no propinando un “sopapo” desde el primer momento, verbal y sin violencia, no faltaría más, a esos “mozalbetes” ignorantes de pocas luces que lo serán siempre, para entrar sin más dilación y relación con éstos indeseables e impartir con orgullo y tesón el honroso saber y aprender, por parte de quienes se ven sometidos a ser tratados como rehenes del miedo efímero, causado por la amenaza cobarde que no tiene cabida en un régimen de derechos, obligaciones y libertades.

” La sabiduría y la razón hablan; la ignorancia y el error ladran “. Arturo Graf (1848-1913) Escritor


Comparte este artículo

Comentarios

   Send article as PDF   

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*