
nenenados
“Si la envidia fuera tiña, cuántos tiñosos habría”. Se dice que las personas egocéntricas, inseguras y con una negatividad por reconocer los méritos de los demás, las convierten en ejemplos de la peor envidia. Y eso es lo que le sucede al ciudadano Carles Puigdemont, expresident de la honorable Generalitat, cuando lanza sus dardos envenenados contra Josep Borrell, actual Ministro de Asuntos Exteriores, aunque capacitado, según nuestra opinión, para dirigir este país con el arte de Platón, Pericles y Leónidas, al que le acusa de “ultra” y “radical” por su postura frente a un independentismo, segmentado para protección y lucro de unos aprovechados que no tiene razón de perdurar en unos tiempos, que piden más que nunca el refuerzo de la unión para afrontar un futuro incierto, evitando la decapitación del significado Estado.
Estamos siendo testigos de un cobarde ataque por parte de un político “mediocre y abducido”, además de todo lo anteriormente dicho, designado a dedo para que tomase el testigo, que no las riendas del poder “pujolista” de las “cuatro barras y una estelada” que ningún otro plañidero quiso. Desde la trinchera oscura de Bélgica, un país en el que tan sólo tienen cinco horas de sol en un mes, lo que nos sugiere que es el lugar más apropiado para dar cobijo al “parásito que le hace moverse libremente” y al que le gusta vivir como a un “zar” en el exilio, permitiéndose seguir emitiendo tropelías desacertadas, vaguedades y venganzas, al decir que Josep Borrell Fontelles ha iniciado un discurso irresponsable, irreparable, confrontando a la familia catalana, dividiéndola en dos. Menuda sarta de estupideces le transmite este “inocente” predicador a un hombre versado, experimentado y con la honradez que destila una de las figuras claves del nuevo gobierno
Siempre ocurre que los que tienen que callar hablan más de la cuenta, y los que por prudencia silencian hasta sus pasos, se limitan a digerir los encontronazos testimoniales con la sabiduria de la inteligencia, no de la voz convertida en zarpazo, aunque como usted bien sabe Puigdemont, a Borrell no le tiembla el pulso, y cuando habla se le entiende perfectamente no como a usted, que da más palos de ciego que un pulpo con una escoba, probablemente por ignorar que existen personas que con simples palabras y propuestas le pueden desarmar, empezando por ¡ VUELVA, NO SE ESCONDA Y DE LA CARA FRENTE A LA JUSTICIA ESPAÑOLA, QUE PODRÁ SER LA ÚNICA QUE LE PROTEJA CUANDO ENTIENDA DE UNA VEZ QUE ES, HA SIDO Y SERÁ UTILIZADO POR EL CLAN PUJOL ¡ y los santos defenestrados que en la cárcel están, que pronto saldrán gracias al intercambio de cromos con Pedro Sánchez Pérez- Castejón, nuevo y reluciente Presidente del Gobierno de España.. y déjese de tonterías y chorradas elaboradas en sus infestas cloacas, intentando desacreditar a Borrell. Nunca podrá, y sería de ineptos no comprender que es baladí hacerlo, así sin más.
“Si los españoles habláramos sólo y exclusivamente de lo que sabemos, se produciría un gran silencio que nos permitiría pensar”.
Manuel Azaña