
¿ Será Saladino que está utilizando subliminalmente al nuevo y rejuvenecido ejército mau-mau ?
Los migrantes africanos se envalentonan después de pasar un tiempo de inadaptación en las ciudades europeas que les acogen, tras pasar por centros de internamiento que han servido para reubicarlos con amabilidad y comprensión, ayudándoles con cariño posteriormente con ayudas sociales a la integración. Hasta aquí no se entiende que el agradecimiento por recibirles, darles alimentación, cobijo y posibilidades de trasladarse allí donde quieran, incluso dentro del círcuito de la unión europea, haya negativamente repercutido en crear no obstante un revulsivo, resabiado y maléfico que los hace temibles y peligrosos por ser un gran número de intolerantes que se jacta de su unida organización. Nada tienen que perder después de hipotecarse para volar de Lagos a Tetuán, y después abordar una patera para ser rescatada en el mar por salvamento marítimo, mientras que los más humildes se concentran en las costas del magreb con base en Libia para lanzarse cuando avistan un barco “pirata subvencionado” de Open Arms.. o similar.
Tras el rechazo de Italia y Grecia de seguir acogiendo refugiados, todavía sin explicarnos la razón de no buscar otros puntos del Mediterráneo para reducir la tensión en los desembarcos sorpresa, llegan a oleadas a España, unos, que no todos, camuflados entre el chantaje emocional a la vez que buscan una vida mejor, otros con la idea diabólica de hacerse fuertes y provocar el desconcierto y el descontento hasta el punto de allanar la moral local, intimidando a las fuerzas del orden público bajo una consigna que se centra en desmantelar nuestro estado del bienestar, algo que se les regala gratuitamente y se paga con impuestos cada vez más gravosos de los que ni rechistan por el agravio que va a peor y que no quieren debatir mientras les llegue a final de mes la paga del silencio que inocentemente reciben, sin saber que cada vez se empobrece más por muchas razones, entre las que están las que relatamos desde este blog.
No temen al fracaso, nos ven débiles y prueba de ello es la corriente al alza de provocar y moler a golpes a turistas, policias locales y aquellos que se encuentren al paso de sus exhibiciones “comerciales” como manteros, y ya en otra fase como camellos y proxenetas como ya sucede como laboratorio de ensayo en las nocturnas playas de Palma de Mallorca por citar un ejemplo, y en zonas muy conocidas de Madrid y Barcelona.
La invasión es lenta, aunque a muchos les conste demasiado progresiva, y no entendemos como quiénes estan rigiendo y controlando los destinos políticos del país, asumen con total tranquilidad y vehemencia, estampillando el visto bueno la irregularidad y el clima de provocación que se está generando.
Como siempre sucede por una inactividad y falta de responsablidad al evitar la atención directa que hay que aplicar a los problemas sobre inmigración, tolerancia y rechazo a conatos de rebelión por parte del éxodo subsahariano, se suma que no hay que olvidar que el magrebí también, en este país se van a recrudecer los enfrentamientos por una inusitada insolencia, máxime cuando todavía no se ha demostrado una operación encubierta en la que Marruecos inunda de jóvenes a España, a los que por Ley no se les puede expulsar, con el objetivo de saturar y doblegar los protocolos de retención de menores, que no dejan de ser una especie de escuela para aprender como se usa un cinturón explosivo cuando llegue el momento de la integración, en la que procurarán adaptarse al sistema, toda vez que exigirán lo inadmisible para chantajear su importancia por un incesante aumento de su población, amén de montar nichos de hacinamiento en las ciudades satélites que ya se están creando alrededor de los puntos estratégicos de suministro básico.
Si tuviesemos que diseñar en un juego de ficción un ataque alienígena, los invasores procederían de los ricos yacimientos y sus derrochadores emíratos árabes, apoyando sin contemplaciones a cualquier otro Jerjes persa que salga, lanzando a mísiles morenos de carne y hueso para mezclarse y seguir con la tónica de seguir amedrantando las torres con catapultas de severos revesés cuyo objetivo destructivo es perturbar la paz social.
Éste es el comienzo y el final, mientras Europa se distrae con la intención de atusarse el cabello femenino y masculino o de cualquier otro híbrido, ir al gimnasio para lucir musculitos, dominar el smarphone a punto ya con la mirada, otros ojos observan con incredulidad lo fácil que sería ocupar y recuperar la tierra que los árabes dominaron durante siglos, con un simple tajo en la garganta en la vulnerablidad de unos regidores, ministros y presidentes blandengues e incapaces de reaccionar, empezando por los más notables para dar un nuevo sentido y color al reproche, mientras no se admite bajo ningún concepto conocer la verdad, eludiendo investigar en profundidad que tras las mafias de la esclavitud existe un plan de desestabilización más allá de los desiertos.
Muchos reconocerán este comentario como xenofobo, nada más desconsiderado aunque no falto de rigor para afirmar que ante las amenazas lo principal es defenderse a capa y espada si es necesario, pues las armas largas se han quedado para desfilar, y las mangueras de los bomberos para apagar los muchos fuegos internos que sin fuego y agua se producirán.
Las creencias islámicas de radicales efectos y consecuencias están con ellos, los brujos con las virulentas y ennegrecidas fuerzas de choque y la subvención para lograr el fin, con el petróleo que volverá a elevar su precio para que todo gire en torno al caos económico y por supuesto con un detrimento social de proporciones gigantescas, que evitará la dependencia eléctrica inmediata cuál caballo de Troya, cuando los puestos de trabajo hayan sido reemplazados lentamente por “ellos”, los nuevos visitantes trabajadores de nuestro “ibérico planeta”, sin menospreciar el efecto de la comprensión mal originada en las organizaciones que no dejan de ser colaboradoras de la última intención que presume sin saberlo, que sea el sangrar los presupuestos económicos de atención primaria, además de un caos de evidentes repercusiones, como las que ya se están viviendo.
En cualquier caso veremos si somos diligentes y se empieza a realizar una política de ajuste de las prebendas, y esas oscuras implementaciones para consolidar un arraigo que se consolida con el notable crecimiento de nacimientos de oscuras pieles y dientes blancos, que servirán para seguir aumentando impuestos como si tal cosa, olvidando que la beneficiencia obligada empieza con el autóctono ciudadano con mucha pena y sacrificio, con tal de no llamarle insolidario y sin cosernos el retal de la culpabilidad con un emblema intraducible hoy, mañana quizás.
Los políticos siguen jugando al “monopoly de la sonrisa, la paridad y el buen tino” y al escarceo para avistar la responsabilidad necesaria, por lo que sería brusco pero necesario, llegado el momento, solicitar la ayuda de un Carlomagno de turno, que tomó hace tiempo medidas que exigian los francos para combatir la amenaza física a los pies de la cima en los vecinos Pirineos, que limitan y se protegen de una España demasiado permisiva que no ve ni se detiene a plantearse una seria reflexión, con una falta de interés constante que es aprovechada por un “Saladino” legendario, que apura y presiona en aras de conseguir que el proyecto de recuperación de la península sea por fín una realidad y no una ansiedad latente.
Pero claro, todo ésto pertenece a un capítulo de ficción.
Sino mira a Suecia… allí se les ha ido de las manos tanta tolerancia mal entendida. En Dinamarca ya están cambiando la leyes para evitar más visto lo que pasa en Suecia.
Pero no pasa nada… España es grande y magnánima