La sonrisa de ZAPLANA nos recuerda la de otro dictador camboyano

CASO EDUARDO ZAPLANA: ES TANTA LA IMPOTENCIA, QUE A LO MEJOR CON COMENTARIOS ASÍ NOS PASAMOS.. O NO.

Eduardo Zaplana
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La sonrisa socarrona de Eduardo Zaplana, y no sé exactamente la razón, me hace recordar al verdugo de Pol Pot, ese genocida camboyano dirigente de los Jemeres Rojos que murió en 1998 después de cargarse entre los gritos del silencio a alrededor de doscientas mil personas entre hombres, mujeres y niños, quizá porque tres años antes, es decir, en 1995 Zaplana ostentaba la presidencia de la Generalitat Valenciana para después convertirse en Ministro de Trabajo, y también hacía de las suyas recortando y “asfixiando” con preocupaciones otras cabezas, “expoliando” a beneficio propio con sus lugartenientes de siempre los muchos derechos en la sanidad a más de doscientos mil pacientes que esperaban ser tratados en hospitales y clínicas de la Seguridad Social, amén de jóvenes que aprendían a leer y escribir en barracones de madera y metal, por no llegar los fondos necesarios para escuelas de hormigón, ladrillo y encerado de verdad como pizarra en la que adoctrinar a doblar rodilla y claudicar.

Muchos dirán que el tal Zaplana y los suyos, nada tendrían que ver con un salvaje dictador camboyano de tomo y lomo,  y yo les diría desde el atril de la libre opinión, que si le quitamos las guirnaldas al pavo de nuestras tontunas tan caducas y comprensivas en tal sentido, nos dejamos lo “chapucero” de sentirnos los más democráticos del mundo, cuando nos dejan sin silla para la cena y con la alacena vacía, y nos descartamos como excelentes y educados ciudadanos, reflexivos y perdona vidas, la diferencia es poca para comprender a uno y al otro, ya que quien roba y afecta con su acción a otros por la falta de atención, asistencia y medicación necesaria, y que con sus impuestos han contribuido a no pasar so pena por penas privativas y lucrativas para otros, o cuando un menda se enriquece “robando” a manos llenas, no hay que afearle nada a éste “señorito” que posee dos enormes yates y diez millones y medio de euros, fruto de sus corruptos escarceos, y al que únicamente se nos ocurriría a algunos, afeitarle la cabeza, ponerle una abultada peluca confeccionada con el cabello que ha ido tomando a la gente, para después obsequiarle con muchos años de condena, incluso con la idea de que se pudra en la celda por los delitos que contribuyeron a dejar el erario público vacío, sin olvidar los muchos sobrecostes en obras e infraestructuras, dando ejemplo a los demás que cuando el “chollo” se termina todavía te queda Telefónica para entrar como consejero por una puerta giratoria que está a la esquina.

Y ya está bien de ser tan blandos con éstos “lustrosos hijos y consortes” de la política y el desacato, que no se saben bien las razones por las que son tratados con tanta cortesía, cuando nada contestan al magistrado en su interrogatorio, eludiendo hacerlo con esa perversa “sonrisita”.

Y en cuanto al cáncer que padece Zaplana y su esposa, es de bien nacidos añadir que lo sentimos en el alma, y que algunas de estas enfermedades, presentimos, proceden y mucho tienen que ver con el “karma”, y la conciencia torpe e iracunda de quien no tiene un espíritu sano que intenta protegerse con una mirada altiva, disimulada con el rimel de una puta barata.


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Comentarios

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34 Comments

  1. Y los de lo ERES donde tienen el dinero que mquemaba asando vacas Ay que acordase de todos porque sino sois unos sectario con todos los implicados O no se acuerda la que metió la mano en el Valentín del Estado o la otra ministra que hizo lo. Mismo con Cruz Roja que nos dejó tiritando que no había nada ni para pagar alquileres No es más ciego el que no ve sino el que no quiere verlo solo de una parte

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