La majadería y los subterfugios reinan en gobiernos que están dejando mucho que desear en una España cuya base sigue destartalada

Hay días en los que alguien debería poner los puños encima de la mesa y decir : ! Basta !.. de tanta majadería y pamplina.

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Si los “peperos” eran reconocidos por su postura egipcia con la mano plana atrás para recibir comisiones ilegales, los “sociatas” son harto afamados por dar por delante todo lo que recaudan, ejerciendo de bonachones para colocar en puestos clave a los “amigotes” con salarios de aupa que van a cargo del erario que recauda la agencia tributaria, que tampoco se inquieta por empeñarse con más deuda pública que equilibrará con impuestos fijos y puntuales al consumo, mientras la banca tendrá vía libre para jugar con los intereses y el costo de sus servicios. Y poco a poco, lo que ayer costaba 2 mañana llegará a los 2,20 sin dar mayor importancia, la misma que tampoco se da al uso y abuso de las puertas giratorias para los políticos de todo color, que no deja de contemplarse como un chantaje descarado, torticero y de soborno escandaloso para dominar el mercado eléctrico, imprescindible de primera necesidad y sumamente costoso que ya empieza a amenazar de ser susceptible de quemarse, sin testigos los polos positivos y negativos de estos monopolios por la falta de viento y lluvia.

Primero un ministro que duró tres días, ahora otra responsable de sanidad que miente con sorna y burla entrando en la guerra de los “másters del universo“, mientras se sirven las bombas que tanto explosionaban en la moral de la ministra de defensa, que hace un guiño a los árabes diciéndoles que con ellos no iba nada, y a nosotros se nos vuelve a quedar la cara de vergüenza y nos etiquetan de gilipollas sin nota aprobada, mientras el desparpajo de una Margarita Robles que aparentaba más conocimiento del que demuestra aparece cauta y generosa por la ventana del renuncio, esperando que el tiempo borre tan bochornoso espectáculo.

Mientras en esas, llega Pedro Sánchez el “ceremonioso”, presidente de un gobierno más débil que un indio sin flechas y más lento que el caballo del malo en una carrera de obstáculos, en principio limpio de sobornos, y dedicado a repartir millones por doquier, ahora a quienes lucharon contra el dictador, incluido el Frap, Eta y aquellos que mataron incluso a la madre que los parió y al colega de Bambi, a los que habrá de aumentarse el presupuesto colateralmente de la memoria histórica que va a dejar todo igual, salvo el trabajo que va a dar a los arqueólogos que ya no tenían ni tan siquiera presupuesto personal para viajar al Egipto turístico, comprar una rasqueta y fumarse unos papiros en honor de la cultura y la subvención que se esperaba pero que no terminaba de llegar, para empezar a coleccionar huesos con idéntico procedimiento e historia forense que la del Yakovlev Yak-42 D, en el que murieron 75 personas a bordo, de los que 62 eran militares españoles en un accidente el 26 de Mayo del 2003 en el espacio aéreo turco, y del que todavía han quedado oscuras muestras de identificación que no se ajustarán nunca a un buen trabajo de identificación, al que añadimos otro nuevo y luctoso siniestro de 44 rusos el 7 de septiembre de 2011 provocado por el mismo tipo de aeronave, estrellándose en la fría región de Yaroslavl, en la que teóricamente los cuerpos desmembrados quedaban visiblemente localizados, lo que impidió al igual que en el trágico suceso anteriormente descrito, el reconocimiento fiel de muchas de las personas esparcidas, lo que viene a corroborar la impresión de qué para despistar, lanzar botes de humos y distraer los fracasos con la rápida llegada del partido socialista al poder, se ha llegado a autorizar la exhumación de combatientes y asesinados por ambos bandos en la guerra civil española, dando así supuestamente nombres a los esqueletos después de transcurridos más de 80 años, ironizando y valga la repulsa de qué seguro, no van a aparecer incorruptos y con un carné adherido al cráneo.

¡ A dónde vamos a parar !. Y nadie protesta y tampoco se inclinan para demostrar que hay hechos más urgentes para retomar las verdaderas necesidades sociales, que acucian a una España más interesada en mover y trasladar osarios, momias y embalsamados que en fijar acuerdos de sostenibilidad con diversos sectores que se van a ir al carajo si se sigue mirado a otro lado.

No se puede esperar que ocurra un terremoto o algo así de confuso, para tener una excusa que adjuntarla a la narración de lo mal que nos va a ir si no empezamos a ir al oculista y al cardiólogo,  darle un repaso a la economía y a poner en el tapete el cúmulo de sandeces que hasta hoy se refugian en el olvido al día siguiente, perjudicando a quienes todavía tienen una larga espera para ser asistidos en una urgencia. 


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