Tres españoles requieren de asistencia legal en Santo Tomé y Principe

Al gobierno español, menos discursos para que te oigan, aunque no mejor de lo que supones o pretendes, menos flores y más atención a quienes desde lejos, necesitan la protección que todos esperan recibir en un momento que requiere una intervención directa de mediación legal.

Comparte este artículo

 

Tres ex-militares españoles están siendo olvidados por el gobierno español en la República de Santo Tomé y Principe, al igual que sucede con los excrementos que deben ocultarse para impedir que les llegue el olor y enturbie la proyección aséptica que pretenden en el exterior, pues al parecer ya tienen suficiente con la ola informativa que difunde la pretensión independentista de Catalunya que desmerece asuntos menos importantes al parecer. Hasta el momento únicamente María Teresa Mendizábal, la delegada consular ha ido a verles en su encierro, constatando que están siendo interrogados constantemente y en condiciones extremas de deterioro cognitivo. Ella nada más puede hacer, salvo hablar con abogados locales que solicitan más de 20.000 € para ser defendidos, y que deben ser abonados al parecer por los encausados o sus familiares.

Orlando, Marco y José Manuel se encuentran presos por un supuesto intento de golpe mercenario en el microestado más grande del mundo de 964 km2 y de un censo de algo más de 194.000 habitantes que ocupan varias islas ubicadas en el golfo de Guinea y muy cercana a la zona económica exclusiva ecuatorial del mismo nombre, con la que se lleva con relaciones muy satisfactorias gracias a los puertos de desarrollo comercial en su capital Santo Tomé y Principe (ciudad), en las que se habla portugués, otra excolonia que se independizó en 1975 y están dirigidas en la actualidad por el Presidente Evaristo Carvalho y Primer ministro Patrice Trovoada.

Los tres españoles se habían buscado la vida huyendo de la mediocridad y de los salarios tan exiguos en España para su perfíl, después de prestar sus servicios profesionales como protectores de los barcos atuneros que eran asaltados por la piratería incansable somalí que de forma rutinaria acechaba en alta mar a la flota pesquera española. Los tres son expertos en operaciones especiales que decidieron buscar salario en África como “guardaespaldas”, atendiendo una oferta  particular a desarrolar en el citado archipiélago, de lo que se desprende hoy que fueron motivo de una trampa ocasional tan solo llegar al aeropuerto el 29 de Julio 2018, despertando sospechas para ser acusados el 3 de agosto de ser los colaboradores de un golpe de Estado, urdiendo como pretexto sus chalecos antibalas, que siempre llevan por ser a su medida y considerados como necesarios ángeles de la guarda de sus peligrosas misiones allí donde fueron y a donde irán si salen ilesos de esta terrible emboscada.

Los tres españoles se encuentran en prisión preventiva acusados de terrorismo al intentar, según fuentes gubernamentales, secuestrar al Presidente, Primer ministro y al Presidente del parlamento de Santo Tomé, añadiendo a los cargos la declaración de dos testigos locales que utilizarían sus conocimientos sobre el país para subvertir la constitución, hallándose un arsenal compuesto de explosivos, municiones, pistolas y rifles AK 47.

La prensa local, además de la inexactitud de sus afirmaciones, recuerdan que esa detención del 3 de agosto 2018, corresponde a una segunda intentona en pocas semanas, de socavar el estado de derecho repúblicano de Santo Tomé y Principe, algo que nos recuerda el idéntico anuncio que Teodoro Obiang de Guinea Ecuatorial, hizo a primeros de año. Mismo móvil, idéntico pretexto.

Se atribuye el éxito de desbaratar el peligro que suponía la intromisión de los españoles, según el portavoz del gobierno de Patrice Trovoada, según él, al estrecho celo que tiene el pueblo por impedir cualquier intento de desestabilización, que entre otros objetivos prioritarios se concentraban en la liberación del diputado opositor Gaudencio Costa y del sargento Ajax Managen, que extrañamente fueron puestos en libertad inmediatamente después a la espera de juicio. Aunque cueste creerlo, así reza el informe policial, mientras que los tres ex-militares españoles siguen en celdas sin ventanas ni ventilación, altas temperaturas, escasa comida y el ambiente hacinado con otras muestras de provocación interna que les podría hacer perder la razón, o cuando menos dejar secuelas físicas por la dureza de un penal masificado.

Los tres están a 4.579 km de España, y la respuesta a su requirimiento de ayuda sigue siendo el eco del silencio, llegando a la conclusión de que han sido olvidados por su gobierno en un asunto tan serio que merece una investigación rápida y perseverante, que sirva para esclarecer una oscura trama en la que se han buscado tres chivos expiatorios, y españoles por considerar que la política de España está debilitada, más volcada en distraerse en minutos de reflexión adusta y estúpida, pancartas reivindicativas por cualquier cosa inimaginable, y el poner asiduamente flores en jardineras conmemorativas de sucesos pasados, cambiar placas de calles, sacar a los muertos de sus tumbas, montar un circo social permanente y aliviarse las responsablidades de quienes se pelean todos los días para recriminarse todo y nada, con tal de aparecer en los “memes” y ser protagonistas de la tele.

De los cinco cabecillas que en teoría componen el complot, el ex-ministro de juventud y deportes Albertino Francisco, se le presupone oficialmente ser el solicitante de la contratación de los tres españoles, además de un miembro del batallón de élite sudafricano conocido y perteneciente al comando Búfalo, a fin de proteger a políticos y empresarios no tan afectos al régimen de Santo Tomé. Nada concuerda en esta historia, que es más atribuible a un montaje de ciencia ficción que va dirigido a reforzar el actual gobierno denominado Acción Democrática Independiente (ADI), en el que se han buscado protagonistas ajenos y llamativos para enmarañar cualquier justificación política de rechazo a la intromisión, en la que se juegan poder y corrupción en las próximas elecciones del 7 de Octubre, utilizando a cabezas de turco para perpetuarse tal lo hace su vecino extrañable de Guinea Ecuatorial, antigua colonial española.

Un ex-agente de la inteligencia española que anda por esas tierras y va por libre, duda de todo lo que ha emitido el gobierno tomense, insistiendo que le consta que los tres ex-militares españoles fueron detenidos el 4 en su hotel, y no el 3 de agosto, portando mochilas en las que en efecto contenían como era su costumbre sus chalecos antibalas, irrumpiendo en su habitación cuando se estaban comunicando por WhatsApp con amigos en España.

Orlando, jefe del grupo, José Manuel y Marco son tipos de demostrada solvencia en el campo al que se han dedicado, tanto en la Legión, Tercio Gran Capitán de Melilla y en el GOE III (Grupo de Operaciones Especiales), ambos con una dilatada carrera que ahora se ve trastocada por la insólita celada de la que han sido victimas propiciatorias de una malvada gestión, encaminada a echar basura a un país al que poco se le respeta y a sus defensores que acuden allí, en representación propia y donde mejor pueden ganar el sustento, por lo que no entendemos como un gobierno es capaz de admitir migrantes en número desbordante para darles un estatus humano mejor, y cómo no es capaz de defender a sus ciudadanos, profesionales de la defensa que optaron libremente por prestar sus servicios a terceros, por lo que ahora ausentes y destacados en otro baluarte se hallan en una situación delirante, pésima y deplorable, y lo más lamentable, olvidados sine die, cuando se hace exigente impedir que el tiempo no sea un condicionante para dejar que se formulen acusaciones sin pruebas determinantes a unos hombres que un día se jugaron su fortuna de integridad en dar prestigio al ejército español.

No te distraigas Gobierno de España de los tuyos, estén donde se encuentren, que para obtener la confianza de quienes te defienden cuando los necesites, nunca hay que olvidarlos en situaciones en los que se ponen en tela de juicio la honorabilidad de las personas y el prestigio del país.

De cada cien hombres, diez ni siquiera deberían estar allí, ochenta son solo objetivos, nueve son los verdaderos luchadores y tenemos la suerte de tenerlos, ya que ellos darán batalla. Ah, pero el uno, uno es un guerrero, y él traerá a los otros de vuelta.” Heráclito


Comparte este artículo

Comentarios

   Send article as PDF   

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*