A 419.548 “influencers” del Estado español, al parecer les da lo mismo que exista una epidemia de inseguridad ciudadana y una desconfianza palpable en la política, la misma que se abstiene de modificar con urgencia el código penal

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Ante la pandemia de inseguridad que sufre el país, falta más decisión, transgresión razonada y movilización cívica, que no derecho a reclamar si no se procede a combatir esa preocupante lacra, una “epilepsia” mental que se desgrana a peor cada día que transcurre con un aumento injustificable de la peligrosidad.

Si se sigue admitiendo que el pueblo no presiona lo suficiente a sus políticos, asesores, “enchufados” y designados a dedo en puestos clave, cuando a sabiendas, entiéndase prevaricación certera, se deduce que hay muy pocas ganas por parte de esos aspirantes a solucionar temas pendientes, mientras otros destacados, que son muchos y sin disimulo se prestan a vivir del cuento, introducidos en una casta casposa y sordomuda, pues ninguno se apunta a que se modifique el código penal español.

Deberíamos empezar a pensar, convencernos nosotros mismos que hay personas, a años luz de los tecnócratas, que nos dirigen sin saber la “o” con un canuto, y nos administran con sueldos altos por hacerlo sin saber que lo hacen, y que por su “lealtad” al cacique le deben reverencia, al ubicarles a través de la clásica cadena de favores, lo que hacen a la perfección que es ocultarse para darnos perfecta cuenta de que no son aptas para ejercer ni están autorizadas para imponerse a denunciar el motivo del porqué, por citar un ejemplo que todo el mundo entenderá ; un “quinqui” reincidente lo apresan varias veces y sigue libre causando más estragos de los que la imaginación sea capaz de vislumbrar en su historial de robos y sustracciones menores y mayores, aunque eso sí, con la beatificación de hacerlo desde la Justicia que sigue al pie de la letra la instrucción y ordenanza, que obliga a que lo deje, no podía ser de otra manera, en libertad con cargos, ya sea por el clásico decreto ley de sus voluntades politizadas, convertidas en un pasto de actuaciones desequilibradas e irrisorias, que nos cuesta entender y digerirlas cada vez más, quienes al parecer debemos seguir amordazados, pues para eso somos un pueblo democrático repleto de una humanidad sin precedentes.. y quizás más tontos que un zapato, que si no se calza el pie no anda, aunque sea para atrás, en busca de los cordones perdidos en un calcetín agujereado. Así caminan muchos juzgados, con más trabajo del que pueden absorber, acumulando más antipatía que una sanguijuela atareada en el cuerpo de un momia, a la que solo le quedan vendas y sucios huesos que ni los perros podrán roer.

Existe un descalabro inseguro que está viviendo nuestra sociedad por el elevado número de delitos que se cometen a todas horas del día en cualquier ciudad de nuestra geografía, a los que se adhiere la perplejidad de la impunidad subyacente, y sin consenso por carecer el ciudadano de auditorias periódicas como herramienta por parte de un comité permanente de sabios, o de hombres y mujeres inteligentes no adscritos a ninguna organización o fuerza política, que impulsen a los gobernantes a manifestarse abiertamente sobre temas determinados, sin tener tanto miedo a la ley mordaza, lo que nos debería conducir a revertir la moneda falsa de la postura oficial que hoy dice algo y mañana nada, desenmascarando así a esos falsos profetas disfrazados de presidentes de partidos y dirigentes que les hacen el “paseíllo” cuando les es necesario, que supuestamente deberían velar por nuestro bienestar y seguridad tanto en las calles como en nuestros patrimonios desde el más alto al más humilde, diciéndoles por la megafonía más alta que ya esta bien de tanto “zasca”, twiter, parafrasear lo ajeno y aplicarse el postureo del mimo simpático y serio a la vez, sugiriéndoles se dejen de tirar dardos a la cabeza y se preocupen más del vecino, pasando a desbloquear esa oscura oposición que no quiere retocar por alguna extraña razón el código penal y elevar la duración de los encierros, incluso hasta la cadena perpetua, los castigos menores y el cumplimiento integro si se aprecia, además de la deportación inmediata de aquellos que cometen dolo y perjuicio al país que les ha dado una oportunidad y una inestimable ayuda para volver a comenzar, pues es tal el número de extranjeros que han llegado para delinquir a causa del efecto llamada, de qué “tú la haces y no te preocupes, que no entras en la cárcel”, llegándose a contemplar increíblemente que el 90 % de los infractores entra en el juzgado y a los veinte minutos salen libres del mismo, con la consiguiente desmotivación y cabreo de unos cuerpos de policía que no dan crédito a sus ojos cuando observan lo que está sucediendo, al verse ninguneados ante la falta de respeto desde manteros, rateros, incluso a sospechosos asesinos que los amenazan con la mirada.

No hay que dejar que nos engañen esas turbas de incompetentes políticos y su larga extirpe de colaboradores, elegidos a dedo para agradecer complicidades, y otros ayudantes de sonrisa eterna y silenciosa actitud de lo que sucede, pues sus miserias y errores los pagamos con nuestros impuestos, como tampoco debemos concederles prorrogas de consentimiento para alargar su incapacidad de reacción, analizar y estudiar hasta el día del juicio final sus fantochadas, ya que forman parte de ese cártel temático y mediático de quienes se postulan como supuestos hacedores, “protectores” que no hacen más que mirar al vecino de enfrente de su escaño o del sillón giratorio de un despacho oficial que cada vez que es sustituido el ocupante, cuesta un pastón la remodelación, dejando en un cajón los problemas y mutilando los derechos y libertades de los demás, boicoteando nuestra convivencia por su inanición, que jamás puede quedar a merced de dejarlo todo para que alguien se arriesgue inesperadamente y tome la decisión de hacerlo en su lugar, lo que tampoco impide que sus privilegios demagógicos se inmovilicen y no tengan la oportunidad de rebatirse por pura defensa sanitaria que hoy carece de cirujanos, pues nadie habla en el quirófano del parlamento, concretamente el de dos leones machos en la puerta, para agarrar el bisturí con firme pulso para extirpar el cáncer de peligrosidad que padece la sociedad actual en materia de penalidades enfermizas, que a esos ilustres próceres al parecer les da igual, salvo a ese funcionario fiscal de Palma (Mallorca) al que le han robado este verano el Rolex de oro, en plena calle y en un violento tirón, como viene siendo habitual, y al que seguramente el “hurto” casi le cuesta una mano, la misma que no le impide firmar alguna libertad inadecuada, que podría alentarse y prevenirse con la privación de la misma provisionalmente.

Ninguno de los que aquí hacemos referencia, con nombres y apellidos a salvaguardar y que por pura estimación objetiva de adoptar una cobertura legal no somos capaces de citar, que nosotros sepamos no han abierto la boca, humedecida la lengua y con instinto se hayan dispuesto a utilizar la voz para denunciar y apoyar la inmediata reforma del código penal.

Diputados y senadores (650) Parlamentarios autonómicos (1.206) Alcaldes (8.112) Concejales (65.896) Diputados provinciales (1.031) Cargos de confianza en Diputaciones (970) Responsables de cabildos y consejos insulares (139) Consejeros Valle de Arán (13) Mancomunidades (2.800) Políticos contratados como cargos de confianza (40.000) Políticos empleados en empresas públicas o con participación estatal (131.250) Políticos en la Unión Europea (1.100) Políticos en embajadas autonómicas (940) Políticos en el Consejo de Estado (60) Políticos retirados con pensiones (1.600) Tribunal de Cuentas (120) Consejos económicos y asesores (4.800) Defensores del pueblo, menor, mujer, etc (900) Observatorios y entes asesores (2.600) Fundaciones públicas (1.600) Sindicalistas liberados (65.130) Representantes Patronales (31.210) Cámaras de comercio (6.000) Cargos políticos en la Tesorería General de la Seguridad Social (800) Cargos políticos en el INEM nacional y regionales (2.400) Cargos políticos en entidades educativas (1.900) Instituto Cervantes (80) Cargos políticos en embajadas nacionales (240) Entidades de cooperación al desarrollo (230) Cargos políticos en medios de comunicación públicos (630) Entidades de gestión de fondos de formación (140) Entidades de desarrollo rural (860) Consejos reguladores (480) Políticos ante organismos internacionales (ONU, OCDE, etc) (160) Consorcios según sectores (870) Comisiones nacionales (Valores, Telecomunicaciones, etc) (440) Gestores de fondos públicos (680)Casa Real (132) Entidades financieras públicas (460) Cargos de designación para gestores de clases pasivas (40) Cargos de designación para entes gestores de vivienda pública (390) Entidades de publicaciones públicas (430) Entidades de difusión cultural en el exterior (estatal y autonómica) (1.470) Agencias Públicas de Regulación (910) Tribunales y entes de mediación (630) Entidades de conservación del patrimonio (860) Entidades de investigación e I+D (182) Entidades relacionadas con el tabaco (182) Entidades relacionadas con el juego (164) Patrimonio del Estado y autonómicos (640) Entidades de coordinación territorial y municipal (450) Entidades de mutualidades públicas (1.360) Cargos de designación directa en el sistema sanitario (8.260) Cargos de designación directa en el sistema educativo (9.390) Organismos de control interno (4.270) Organismos de gestión catastral (2.470) Direcciones generales de Policía y Guardia Civil (130) Instituciones Penitenciarias (61) Protección civil y servicios de emergencias (700) Seguimientos de medios de comunicación y gabinetes de prensa (7.200) Servicios estadísticos y de padrón municipales (730)

No se escandalicen : sumados son : 419.548 personas con capacidad para influir como adláteres que son a sus reconocidos prohombres, líderes del sistema, que encabezan la tutela de un país desde la derecha, el centro y la izquierda, complicado por su idiosincrasia compleja que puede llegar a acostumbrarse a todo, pero que a lo mejor debería exigir que dichos aspirantes a únicamente discutir lo que les interesa, podrían estar más autorizados empezando por tomar experiencia y responsabilidad en un negocio propio, para saber como se dirige una sociedad “ilimitada” bajo la razón social de España y Compañía, una empresa menos privada que requiere de decisiones rápidas y drásticas.

¿ Por qué en algún momento el proceder de los que no admiten y dilatan la actualización del código penal ? ¿ Podrían temer se les aplicase otro rasero riguroso que la actual legislación penal si cometiesen delito o falta ?.

Si no se adapta el código penal a los delitos más perjudiciales, sin olvidar los que afectan a nuestra industria turística especialmente, incluyendo los escabrosos, robos, secuestros, intimidatorios, agresivos de rasgo machista o feminista, sexista, violación, racial, corrupción y todos aquellos que dañen el respeto, el honor, la propiedad y la convivencia, con penas más rigurosas de obligado cumplimiento y deportación de los extranjeros que se han aprovechado de la escasa severidad de las Leyes españolas.. pues a nadie le puede sorprender qué ¡ todos a una como en Fuenteovejuna !,


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