Uno de los sucesores de Dale Carnegie del que muy pronto se tendrá en cuenta a la hora de hablar sobre lo que representan los mercados de futuros

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                              “ Expertos en la sombra, hombres del momento”

Óscar O´Farrill

Profesor de Mercadotecnía y Recursos Humanos Competitivos

Descubriendo a los “magos” que contribuyen a dignificar los métodos comerciales y el éxito en el mercado de productos y servicios que se lanzan a una carrera, en la que el más rápido llega a la meta por su premeditación, decisión y confianza.

Óscar O´Farrill, nacionalidad puertoriqueña, estadounidense por adopción política, experimentado en economía y la administración empresarial, y por una afición empírica que le hace dominar la pesca deportiva, reconociendo la afirmación como una metáfora que se presta al caso, sin olvidar algunas facetas que puedan sentar cátedra como es saber analizar, programar anticipadamente y buscar alternativas de lo que requiere el público consumidor frente a una novedad o el relanzamiento de un producto y las artes de la venta que deben conocer y ejercer los responsables de las mismas.

No es fácil hallar hombres de la talla del poder del convencimiento directo y subliminal demostrado durante un largo recorrido por el Señor O´Farrill máxime cuando los retos por conocer los puntos fuertes y débiles de productos y servicios que deben introducirse en determinados nichos de mercado, o bien se renuevan con grandes dosis de competitividad globalizada todos los días, lo que hace que se mantengan tiempos y distancias complejas para lograr un éxito en el mercado, marcando diferenciaciones y procedimientos que lo inhiban de una hipoteca de imponderables suscrita a un hipótetico o ficticio complejo de realidades no tenidas en cuenta, ya sea por incredulidad o la falta de recursos que hagan viable surcar con agilidad los canales de comercialización previstos en un protocolo de intenciones por parte de los máximos dirigentes, con suficiente poder de decisión para definir y concentrar los objetivos.

Para el Señor O´Farrill, un producto o un servicio requiere no sólo de una exclusividad para hacerlo atractivo en un mercado amorfo o dormido, o bien basado en una selectividad personal todavía no realizada, es decir, promocionada con campañas de inicio versátiles, útiles, prácticas y cuando menos cambiantes para rectificaciones que eliminen la ausencia de progresos en la corta distancia, o de una demanda originada por un hecho puntual no previsto, una moda o una necesidad que se transforma paulatinamente y que puede dar origen a roturas de stocks y en su defecto una falta de abastecimiento por su elevada demanda, a mayor sorpresa inesperada por el pulso al que se somete el proyecto desde un departamento de marketing que no ha sabido desarrollar la previsión de nuevos canales de distribución a los que de ninguna forma pueden decepcionarse, perjudicando con su precipitación el pistoletazo de salida.

Cualquier producto o servicio requiere de una bateria de preguntas internas que deben desvanecer los parásitos de las dudas para comercializarlo con efectos de perdurabilidad en un mercado, que si todavía no existe debe nacer con un afán de continuidad, expansión y formalidad dentro de una ética de trabajo que garantice el anhelo por captar la fidelidad con imagen de marca preferencial.

El Señor O´Farrill pertenece a una escuela de gladiadores que se lanzan a la arena sabiendo que el que se equivoca muere, que el que no acierta en su primer golpe comete una torpeza que le puede costar caro, por ello antes de dar el primer paso estudia los movimientos, las conductas de sus oponentes, las armas que van a emplear, sus protecciones, y las posibilidades de salir indemne de una lucha salvaje en la que los espectadores, entiéndase los consumidores de un circo mercadológico, siempre exige calidad, garantía, precio.. y no perdona, pudiendo dar al traste incluso al más valiente que ha sabido pelear con coraje pero cometiendo errores, lo que producirá un efecto dominó en las que se cuestionarán a los vencidos, a los cobardes y a los indecisos, recordándoles un mensaje previo : “morituri te salutant”.

El Señor O´Farrill aplica la psicología social a los conceptos de investigación que posibilitará conocer las ventajas y posibles deficiencias refugiadas en cavernas inexploradas, de un producto o servicio, siempre que las prescripciones sean ciertas y no puedan desvirtuar los mensajes que deberan excluir las contradicciones, imposibilitando así los próximos y futuros resultados, lo que hace que el razonamiento y la coherencia sean los “motores” humanos que propulsarán los esfuerzos de quienes manejen los carros de fuego que deben llegar a una larga meta, en ocasiones por carreteras, caminos y senderos de subidas y bajadas, angostas y tortuosas, y siempre en las mejores condiciones para ser considerado como un vencedor predecible y aventajado, que ha dejado atrás a otras importantes escuderías rezagadas, que han demostrado su lentitud o han quedado forzosamente arrinconadas o volcadas en una cuneta o en el fondo de un abismo.

Óscar O´Farrill no venderá su sapiencia a cualquier precio que pueda desprestigiarle, ni morderá el polvo por no aceptar un reto que le puede conducir al ostracismo profesional, ya que para diseccionar y extirpar las cédulas cancerígenas hay que hacer una biopsia previa cuanto antes.. de un producto, con el único fin de diferenciarlo y protegerlo de posibles contagios y brotes que pueden contradecir los exámenes de un especialista, y es en ese momento en que él, hace prevalecer sus incuestionables conocimientos para operar libremente y pronosticar, después en la convalecencia, rehabilitación y fecha de alta, una orden de prioridades para poner en práctica el método AIDDA, lograr captar la Atención, el Interés, el Deseo, la Decisión y la Acción de compra que tantos requisitos ha comportado, impidiendo bajo ningún concepto que falten enfermeros (vendedores) que cumplan con su obligación, con conocimientos aprendidos por la enseñanza de un profesional que desde esta página honores le rendimos por sus muchos logros alcanzados y bien merecidos.

El propósito primordial de su exposición en cualquier marco de necesidades nacientes o regenerativas, es ver y analizar los puntos débiles de los procedimientos implementados y sus recursos humanos, con el fin de una mejora de los mismos, logrando a la vez maximizar ventas, presentación e imagen de empresa con uno de los recursos más valiosos: las personas, que deberán velar para que en todo momento prevalezca el instinto unánime de rechazar “experimentos” que pudiesen hacer desaparecer los esfuerzos que sirven para sostener un proyecto de futuras y bien deseadas consecuencias, ya sea a través de fortalecer huecos imprevistos y taponar las fisuras que pudieran existir.

Para ponerse en contacto con Óscar O´Farrill Guardiola :

E-mail: shortymanzano21@gmail.com

El éxito consiste en vencer el temor al fracaso.”


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