

Y en efecto, esos “jovenzuelos” fueron quienes causaron problemas de orden público, destrozos urbanos e inapetencias viajeras, amenazas de seguridad y desordenes entre los visitantes a Barcelona y Palma. Esos niñatos estúpidos pertenecientes a ese minúsculo colectivo denominado ARRAN, son anónimos/as mozalbetes/a progresistas de pacotilla, protegidos por sus papás a los que hay que reprocharles no les diesen en su día un par de cachetes “verbales” y un relato sobre la teoría de la conspiración, pues física y mentalmente eso hubiese estado muy, pero que muy mal, lo suficiente para denunciarnos a nosotros como instigadores del proselitismo por castigar con dureza incontrolada a quienes en vez de estudiar con ahínco y perseverancia las presumibles asignaturas pendientes de aprobar, se dedican a vagabundear, fumarse un porro y pintar paredes sin arte alguno que demostrar, lanzando botes de humo, desplegando pancartas en las que rechazan de manera absurda el turismo en los “països catalans”, y con poca actividad en Valencia, pues allá los corren a ostias, con carácter de bofetada mayor, mientras les colocan una paella como casco para evitar un daño peor.

Estos chavales que dicen pertenecer al arma juvenil de la formación política catalana CUP, son los protagonistas con capucha y pañuelo en la cara como bozal para que no se les reconozca, otros a cara descubierta demostrando su osadía e impunidad, permitida por rara casualidad de sus acciones más tristes y dañinas, que un sector que alimenta los índices benefactores del 14 % del PIB, de una economía que no puede admitir ni permitir los desmanes como los referidos, como es el atentado por la arribada encantadora y consumista de navegantes puntuales de los espectaculares cruceros, añadiendo la placentera y exquisita consumición en restaurantes de una gastronomía sin parangón en el mundo, sumando a sus hazañas los buses abiertos y que por paradas en donde se recogen y apean los maltratados y asustadizos extranjeros, a los que les ensucian sus vestimentas con pinturas y execrables palabras de rechazo.

Estos imberbes gamberros que gritan sandeces, a los que más de alguno le iría bien tragarse alguno de sus hirientes reproches para saber lo mal que sienta escuchar sus idioteces, al tener poca captura y pena, y sin saber muy bien la razón de tal omisión justiciera, se crecen y se atreven, no conformándose con sus felonías y ultrajes, por lo que ahora y sin lamentarse arremeten contra las empresas de alquiler de automóviles a los que les “pinchan” sus neumáticos, rompiendo lunas y retrovisores al más salvaje estilo de una manada rencorosa y retrógrada, asocial y que campa a sus anchas sin que la policía en verdad haga demasiado para ponerles delante de un juez y que éste los ponga en cuarentena, haciendo que paguen los desperfectos con la responsabilidad subsidiaria de sus progenitores, tal como dicta el código de comportamiento social.

Además vamos a recordar a nuestra Justicia, que ya peca de lastimera y como siga por esos rumbos de mediocre y torticera, que esos malandrines que dicen no van a consentir que en Mallorca se desarrolle un turismo saturado e insostenible para la convivencia local, utilizan “pinchos” y martillos para atacar en vez de utilizar la palabra y la razón del convencimiento allá donde se deba de debatir un error, en este caso en el corazón de las instituciones públicas que para eso también están, además de recaudar impuestos y velar por la tranquilidad de una ciudadanía presa de la desidia y la cobardía por no denunciar que esos jóvenes representan igual lacra que el carterista, el “butronero” o del orate con mala baba que defeca en piscinas y en las puertas de un colegio.

Llaman a la lucha contra el turismo de masas que causa miseria al pueblo, y realizan pintadas ofendiendo al dios sol y a la virgen buenaventura paz, lanzando confetis en actos ajenos para llamar su triste atención, presentándose inesperadamente y amargando una cena en restaurantes y terrazas, encendiendo bengalas en puertos deportivos, más todo lo descrito anteriormente, con el único fin de desplegar la “tela” subvencionada, en la que anunciar que el turismo mata y que “aquí se está librando la lucha de clases”, sentenciando que lo manifestado es ley y pobre del que opine lo contrario, cuestión ambigua y trasnochada de memeces a pecho anónimo y cubierto de una bandera que ni tan siquiera podrían o sabrán defender, que debería enrojecer a esos políticos que tanto tienen a flor de sus impíos labios el consabido “ que cada cuál asuma su responsabilidad “.

Desde el mismo día que dos de esos imbéciles se encadenaron en el Park Güell de Barcelona, si se hubiese tenido la ocurrencia de dejarles algo más de tiempo para pensar en tal minúscula “atrocidad” fingida, y se hubiese perdido la cizalla para cortar la cadena, o no hubiese aparecido por tan privilegiado lugar un guardia municipal o el mosso comprensivo, probablemente las cosas de Arran y sus juegos consentidos no hubiesen ido por otros derroteros más perversos, y su campaña de agravios se hubiese evaporado a la mierda, así de literal, de la misma forma que a “gorrazos” deberían haberles sacado los propietarios perjudicados por no contar con el beneficio a inventario de las autoridades locales, que poco o nada se han prestado a lo que han considerado una travesura de niños muy mal educados en colegios de alta alcurnia y mucha motivación independentista, que dicho sea de paso ve con muy buenos ojos de conseguir sus objetivos, que todo lo que se relacione con el sector del ocio y el turismo es oro, como así lo demuestran los fondos de inversión que buscan rentabilidades repetitivas de futuro y seguras, por lo que queda para otro largo mañana sine die, aquello de “ un modelo con sistema capitalista es la raíz de donde parte este turismo que atenta contra la vida de las personas, y que, por lo tanto, solo se podrá poner fin a estas problemáticas si se corta de raíz con el sistema “

No vamos a criminalizar estas supercherías dignas de no verlas nuevamente representadas en este mensaje al consenso y a pedir de una vez que las autoridades, desde alcaldes/as con “pa i olí” y “hadas” sin h, empiecen a desmantelar con su magia y sugestión esas letras de canciones de un “gatopardo” olvidado desde su estreno en 1963, de bravatas inútiles y exageradas, persiguiendo a los tontos del desafío infantil y consentido, condenando y sancionando sus fobias, esos ataques que perjudican y bastante más de lo que se escribe, a nuestras ciudades que deberían estar impolutas de tanto pregón caduco producido por esos “cuatro” “niñatos y niñatas” que corren el riesgo de ser considerados como unos mal nacidos en familias burguesas y barrios altos.

Así pues, menos lobos “caperucitas” y “caperuzoquetes”, pensando que a lo mejor vais a tener que hacer frente a vuestros complejos con menos “fumata blanca” y un temple con grillete codificado, desapareciendo la cobertura de quienes os están manipulando y considerando ser unos falsos “arribistas” de tres al cuarto. Y ya va siendo hora de no seguir dando pábulo a vuestro enojo sin motivos y de puro cartón, en un teatro sin taquilla ni acomodadores, montado para entreteneros sin ton ni son.
Pero … ¿ Por qué los “inteligentes se vuelven radicales “, se hacen miembros de ARRAN y gozan de impunidad ?
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